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VIRGINIA MELLADO
Viernes, 26 de octubre 2007, 02:47
SAN SEBASTIÁN. DV. Tal vez poca gente sepa que en un barrio de San Sebastián habitó y también cerró los ojos por última vez una religiosa hace no mucho beatificada por el fallecido Papa Juan Pablo II, en la plaza de San Pedro del Vaticano. Tal vez poca gente sepa que en lo alto de Puio, donde se esconde la magnífica villa que pocos conocen, se encuentran reliquias de esta mujer que ahora espera una canonización que se desconoce cuando llegará.
La historia de Madre Mª Pilar Izquierdo comenzó en la ciudad de Zaragoza, donde nació. Y acabó en nuestra ciudad, por lo que muchos son los que la siguen y mañana acudirán a la capital de Aragón para despedir el año jubilar que conmemora el centenario de su nacimiento. Esta celebración comenzó el 27 de julio de 2006 en Villa Puio, residencia de los últimos días de la beata y actual hogar de algunas de las religiosas que pertenecen a la obra que ella fundara: la Obra Misionera de Jesús y María, que tienen misiones en países como Mozambique, Ecuador, Venezuela además de en Navarra, La Rioja, Madrid, Pasaia y Donostia.
El 9 de diciembre de 1944 llegó a San Sebastián, invitada por familias de la ciudad, y falleció el 27 de agosto de 1945, a los 39 años, después de fundar una guardería en Trintxerpe. Actualmente, este centro sigue en funcionamiento y Villa Puio, transformada en Casa de Espiritualidad, está preparada para recibir visitas. Mañana saldrá un autobús a Zaragoza, donde se celebrará el final de este año dedicado a esta beata.
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