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Ketty Sánchez y Michael Branson abandonaron sonrientes los Juzgados de San Sebastián. [LOBO ALTUNA]
La familia de Irun que educa a sus hijos en casa dice que se irá a Francia «si nos echan de aquí»
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La familia de Irun que educa a sus hijos en casa dice que se irá a Francia «si nos echan de aquí»

La fiscal de menores decidirá en dos meses si lleva a los padres ante un juez Muchos países europeos autorizan la enseñanza a cargo de los progenitores

MIGUEL VILLAMERIEL

Jueves, 1 de noviembre 2007, 02:11

SAN SEBASTIÁN. DV. «Si no nos dejan seguir con la educación de nuestros hijos en Irun, tenemos decidido que nos iremos a vivir a Francia, donde el homeschooling está permitido». Las palabras de Ketty Sánchez sonaron decididas en el despacho de la fiscal de menores de San Sebastián, donde ayer declaró como imputada junto a su marido, Michel Branson, por haber sacado del sistema educativo a sus cuatro hijos. El matrimonio irundarra está convencido de que la razón y las leyes les asisten y no tienen la más mínima intención de dar marcha atrás a una decisión «que ha mejorado y enriquecido nuestras vidas. Vamos a continuar dando clases a nuestros hijos y espero que mi propio país no me eche de aquí por ello».

Tras tomarles declaración por separado en los Juzgados de San Sebastián, la fiscal de menores les dijo que estudiará el caso en profundidad y tomará una decisión en aproximadamente dos meses. Según explicó el abogado de la familia, Ion Bengoetxea, «la fiscal debe dilucidar ahora si existen o no motivos para presentar una denuncia, que sería cursada por el Juzgado de Instrucción correspondiente. Si no aprecia delito en la actitud de los padres, la propia fiscal podría decidir el archivo de las actuaciones».

El matrimonio queda así a la espera de la decisión de la fiscal y podrá seguir impartiendo clases a sus hijos en su academia de Irun. Han decidido llegar hasta el final en este tema y aseguran que una posible denuncia, y más aún una condena, les obligaría a trasladar su residencia unos kilómetros al este, a Francia, donde la educación en casa está reconocida por ley. De hecho, España es uno de los pocos países europeos donde existe un claro vacío legal en este aspecto, ya que naciones como Francia, Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Suiza o Austria conviven con la realidad del homeschooling desde hace años.

«Estamos apabullados»

El matrimonio está llevando con entereza el revuelo mediático que ha originado su caso, aunque tras comparecer en el Juzgado, rodeada de una docena de micrófonos, Ketty Sánchez reconocía estar «nerviosa y algo apabullada, porque nunca había declarado ante una fiscal ni había tenido a tanta gente interesada por nosotros. La fiscal nos ha entregado un montón de cartas que le han enviado de todas las partes del mundo dando fe de que la educación en casa es una fórmula que funciona. Quiero agradecer el apoyo que estamos recibiendo».

Ketty destaca que «hay varias familias de Gipuzkoa en una situación similar a la nuestra, pero prefieren no salir a la luz hasta que se resuelva nuestro caso. Si ellas no están imputadas es porque decidieron educar en casa a sus hijos desde pequeños, por lo que nunca estuvieron dentro del sistema y nunca tuvieron que sacarlos de él, como hicimos nosotros». La madre reconoce que Educación le ofreció hace unos meses una plaza para sus cuatro hijos en un mismo colegio en el que nunca habían estado matriculados, pero los padres declinaron la oferta.

Ketty asegura que sus hijos están llevando «bien» esta situación. «Quizá están un poco impresionados al ver que salen en periódicos y televisiones, pero no están asustados en absoluto, porque en casa ven que nosotros tampoco lo estamos. Pese a lo que piensen algunos, llevamos una vida perfectamente normal y no somos ningunos bichos raros».

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