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La Junta de Accionistas del próximo día 30 estará marcada por el proyecto del grupo inversor que capitanea Iñaki Badiola. [DAVID APREA]
El grupo chino exige una auditoría externa y la salida de los actuales consejeros
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El grupo chino exige una auditoría externa y la salida de los actuales consejeros

Creen que el actual Consejo está totalmente amortizado y no goza de un mínimo de credibilidad

PEDRO SOROETA

Domingo, 11 de noviembre 2007, 02:14

SAN SEBASTIÁN. DV. El grupo inversor chino considera como condiciones imprescindibles para su entrada como accionista de referencia de la Real Sociedad la realización de una auditoría externa sobre la situación real del club y la salida de absolutamente todos los componentes del actual Consejo. Sin estas dos condiciones, el citado grupo no dará un paso hacia adelante en su idea de acceder al Consejo de Administración de la Real Sociedad.

Los inversores liderados por la empresa radicada en Hong Kong, Lighthouse Consulting Limited, cuyo presidente es el guipuzcoano Iñaki Badiola, consideran que sólo una auditoría externa puede poner de relieve la auténtica realidad financiera de la Real Sociedad. Por ello, han solicitado al actual Consejo de Administración del club la realización de la misma y, a pesar de las negativas recibidas, van a poner todos los medios a su alcance para conseguirla. El grupo inversor se muestra sorprendido por esta negativa, puesto que ya son propietarios de quinientas acciones y están dispuestos a correr con todos los gastos.

A pesar de que la Real acaba de realizar una auditoría, el grupo inversor considera que la misma no refleja una imagen fiel de la situación de la Real. Los inversores no afirman que la auditoría esté ni bien ni mal hecha, sino que piensan simplemente que puede estar mediatizada.

La empresa que preside Badiola, y que canalizará la inversión de sus socios chinos, opina que el pasivo real del club es superior al que se recoge en el balance y cuenta de resultados de la sociedad. Asimismo, entiende que el presupuesto de la temporada actual, 2007/08, no recoge una imagen fiel de lo que la Real Sociedad va a conseguir durante el actual ejercicio en lo que a ingresos se refiere, y que se generará un profundo desajuste presupuestario para el Consejo encargado de realizar el cierre de cuentas el próximo junio de 2008.

Es lógico que antes de entrar en una empresa -la Real es una Sociedad Anónima- este grupo inversor quiera saber cuál es el estado real de las cuentas o más exactamente, de qué cifras hablamos cuando nos referimos al agujero de las arcas blanquiazules.

Lo que buscan, en definitiva, es delimitar con exactitud cuál es la responsabilidad del grupo en el momento de su llegada a la Real y saber dónde está la responsabilidad del actual Consejo en caso de que no siga al frente del club.

El grupo inversor chino no quiere que se repitan los errores que ya se han cometido en la Real y propugnan una transparencia total, algo que todos han preconizado y que luego han incumplido, error en el que el grupo inversor chino asegura que no va a incurrir. De hecho, desean modernizar el club hasta el punto de que la transparencia y la información al accionista sean similares a los que proporciona una empresa cotizada en bolsa.

Un Consejo nuevo

La otra condición que ponen es que ninguno de los miembros del actual Consejo continúe en su puesto. No era una condición imprescindible, pero lo sucedido el pasado 31 de octubre les hizo cambiar de idea.

Ese día, Iñaki Badiola se había citado con el actual Consejo a petición de la Real para hablar de su proyecto. La cita era al mediodía. Sin embargo, Iñaki Badiola tuvo conocimiento a primera hora de la mañana de la convocatoria de una rueda de prensa vespertina por parte del actual Consejo para hablar precisamente del grupo inversor chino y de sus planes.

La razón que esgrimió la Real era que debido a las informaciones que habían ido saliendo en los diferentes medios, tenían que decir algo.

Esta convocatoria a la Prensa, horas antes de la reunión con Badiola sentó mal al empresario guipuzcoano. Optó por mantener la cita, aunque les transmitió su profundo malestar. A partir de ahí, el grupo inversor chino, que está informado al minuto de todos los pasos que está dando Badiola, decidió que bajo ningún concepto ninguno de los miembros del actual Consejo siga en el cargo si el grupo llega a las oficinas de Anoeta.

Éstas son las causas de que las dos condiciones innegociables para que el grupo se haga cargo de la Real Sociedad sean la realización de la auditoría externa y la salida de absolutamente todos los componentes del actual Consejo de Administración.

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