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ARANTZA PRÁDANOS
Viernes, 23 de noviembre 2007, 02:03
MADRID. Las puertas de la cárcel se abrirán en cuestión de días para los locos del volante, los conductores borrachos o drogados y, a partir del 1 de mayo, también a quienes creen que tener el carné de conducir en regla es cosa de tontos. El pleno del Congreso aprobó ayer definitivamente la última reforma del Código Penal con nuevas penas de prisión, multas cuantiosas y largas retiradas del permiso circulatorio para los conductores más temerarios y recalcitrantes. Las modificaciones -salvo la ya citada conducción sin carné- entrarán en vigor «probablemente» antes del Puente de la Constitución, anunció el ministro del Interior.
Al término del debate, Alfredo Pérez Rubalcaba se declaró satisfecho por la velocidad, esta sí positiva, en la tramitación parlamentaria urgente de una iniciativa con claro propósito «preventivo y disuasorio». Porque la realidad no espera. La reforma del Código Penal en materia vial responde a una realidad dramática. De los 4.000 muertos registrados en 2006 en las carreteras españolas, 11 por día, el 40% se debe al exceso de velocidad o a la intervención del alcohol y las drogas. Los cambios ahora aprobados, a la espera de su publicación en el BOE, pretenden atajar estas circunstancias y advertir a los más insensatos de que sus imprudencias al volante les pueden salir caras incluso si no hay accidente.
«No es explicable que alguien vaya a 200 km/hora en carretera poniendo en riesgo su vida y la de los demás sin que le pase nada (penalmente)», recalcó Rubalcaba. El ministro se congratuló también del alto grado de consenso alcanzado en el Parlamento y fuera de él. Dentro de las Cámaras, sólo el PP se opuso a unos cambios legales que considera «un espantajo para amedrentar a los conductores», en palabras de su portavoz, Federico Souvirón. Extramuros, la reforma ha recibido el aval de las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico.
Para el diputado de CiU Jordi Jané, padre espiritual de la iniciativa, los cambios aprobados equiparan las políticas de prevención vial españolas con las de otros países europeos, en los que el exceso de velocidad y de alcohol ya se penan con la cárcel. Jané instó a una rápida aplicación de la normativa, a ser posible en los primeros días de diciembre, meses de excesos etílicos. COLPISA
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