

Secciones
Servicios
Destacamos
MATEO BALÍN
Miércoles, 28 de noviembre 2007, 01:31
MADRID. ¿Quién era Felipe Sandoval, ese hombre alto, famélico, de mirada dura, raya en medio y varios cortes en la cara que ocupó portadas en los años de la Guerra Civil en Madrid? Esa es la pregunta que durante varios años ha obsesionado al pintor Carlos García-Alix (León, 1957), autor del documental El honor de la injurias, un largometraje de la época que reconstruye las andanzas de una figura más propia de las grandes leyendas mafiosas que de las historias épicas.
La primera señal sobre Felipe Sandoval, alias Doctor Muñiz -activo anarquista de la CNT para sus compañeros; asesino, atracador y gángster para sus enemigos- se le apareció a García-Alix en la trilogía de memorias de Eduardo de Guzmán, editada tras morir Franco. «En Nosotros, los asesinos el escritor hablaba con desagrado de un tal Sandoval, un despiadado anarquista con el que compartió celda; entonces, me quedé intrigado con el personaje y seguí su pista», cuenta el autor.
La segunda luz se encendió «con otra noticia». Vinculaban al doctor Muñiz con el Cinema Europa, una sala de proyecciones situada en el barrio madrileño de Cuatro Caminos donde un adolescente Garcia-Alix engullía sesiones dobles.
«Fue un reencuentro entre su pasado y el mío que culminaría en una obsesión personal sobre la figura de Felipe Sandoval», recuerda. A partir de ahí comenzaron siete años de indagaciones que culminarían en 2005 con el comienzo de la producción de El honor de las injurias, de próximo estreno en cines.
Nacido en los arrabales de Madrid y albañil de profesión, la vida de Felipe Emilio Sandoval (1886-1939) va unida a la fe de un sueño redentor: la revolución social del proletariado. Por ello se convertiría primero en un atracador de guante blanco, hombre de acción y después, ya dentro de la CNT, en un pistolero despiadado durante la Guerra Civil, cabecilla de los paseos, fugitivo y verdugo de aristócratas. «Doctor Muñiz, el enemigo público número uno», le presentaba la prensa del momento.
«Mi intención no es juzgar si fue una persona buena o mala -explica el autor del documental-. Era un matón, de acuerdo, pero el propósito es mostrar a través de esta historia personal el rostro más duro del ser humano. Una faz común a todos cuando hablamos de venganza», asegura ahora Carlos García-Alix, cuyo documental compila como un collage más de un centenar de documentos fílmicos de la época. COLPISA
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.