A desempolvar los zapatos de baile

EIBAR. DV. «Oye, a esto hay que darle impulso. Se tiene que convertir en una referencia» señalaba uno de los que acudieron ayer al gran baile para personas mayores organizado por el Ayuntamiento y la coordinadora de jubilados Biztu, en el frontón Astelena. Los miembros de las directivas de los distintos hogares del jubilado que existen en Eibar habían tenido sus dudas sobre la respuesta final, en un recinto del tamaño del frontón. Sin embargo, la afluencia y el ambiente dejaron claro el éxito rotundo de la fórmula.

Las iniciativas anteriores de organizar bailes para todos los jubilados de la ciudad quedaron olvidadas con un baile tan sencillo como atractivo para los mayores de 65 años. «El sitio es fenomenal. Hay sitio de sobra para bailar, tenemos los asientos al lado para poder descansar, y por haber, hasta hay un bar» señalaba uno de los 'bailarines'.

Un pequeño escenario era suficiente para acoger a la Orquesta Rhusell, una banda ya conocida por muchos de los asistentes, que puso a bailar a todos con una enorme variedad de estilos. No faltó ni el 'paquito chocolatero' con su consiguiente coreografía. Entre los bailarines hubo todo tipo de combinaciones, él con ella, ella con ella, él con todas o todas ellas en grupo. Y los que se quedaban en las butacas del Astelena tampoco se aburrieron, ya que las carcajadas se repetían una vez tras otra. El recuerdo de bailes pasados no quedó atrás y aunque no había norma de etiqueta, algunos se ajustaron la corbata, y se pudo ver más de una lentejuela. Con esos ingredientes, la velada estuvo llena de sonrisas y la satisfacción era patente en los rostros de los participantes. La única preocupación que se hacía notar era la de pensar en futuras repeticiones. «La gente está disfrutando muchísimo» señalaba una de las encargadas de repartir los tickets en la entrada. «Estamos haciendo este trabajo por turnos, así que no sabemos exactamente cuánta gente habrá pasado a lo largo de la tarde». Pese a la falta de un número cerrado, algunos estimaban la cifra en más de 500. Aunque no fuesen tantos, el ambiente festivo justificaba la celebración de un baile que agrupó a varias generaciones. De hecho, el paso del tiempo hace que se pasen las vergüenzas, y había quien se lanzaba a repetir aquella frase tan oída tiempo atrás de «¿bailas conmigo?».

Valoración positiva

Este baile se organizó como respuesta a las demandas de las personas mayores para la organización de este tipo de actividades de tiempo libre. Las primeras iniciativas se desarrollaron en un disco pub de la ciudad. Sin embargo, las buenas intenciones no se vieron reflejadas en una respuesta del todo positiva. Los bailes de hace unas décadas no son como los de los jóvenes de hoy en día. La iluminación y el tamaño de las zonas de baile cambian. Por este motivo, muchos de los asistentes al baile celebrado ayer valoraban positivamente la experiencia.

Sin haber terminado la fiesta, algunos aventuraban ya fechas próximas para la celebración de una nueva cita. El Carnaval o San Valentín son algunos de los que se vislumbran en el horizonte, porque como señalaban ayer, «esto hay que repetirlo».