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Lotería de Navidad: Una historia de azar
Lotería de navidad

Lotería de Navidad: Una historia de azar

El sorteo de la lotería de navidad, que nació hace 2.200 años para financiar ejércitos y la construcción de la Gran Muralla, celebra mañana en España su ritual anual más importante

LUIS ALFONSO GÁMEZ

Sábado, 22 de diciembre 2007, 09:24

BILBAO. DV. Los juegos de azar eran ya antiguos cuando, según la tradición bíblica, los soldados romanos se jugaron la túnica de Jesús al pie de la cruz . Los historiadores asumen que los autores de los evangelios de Juan, Marcos y Mateo se refieren a una partida de dados, ya que éste era el juego más popular entre los legionarios. Los dados más antiguos conocidos datan del tercer milenio antes de Cristo (aC) y forman parte de juegos de mesa mesopotámicos. «Existiendo los dados, es seguro que se montaban timbas», indica el arqueólogo Felip Masó.

La muralla china es, en parte, un producto del juego. A principios del siglo II aC, la dinastía Han construyó la barrera defensiva gracias al dinero recaudado a través del keno. El invento de esta lotería, la primera de la que se tiene noticia, se atribuye a Cheung Leung, quien la ideó para conseguir dinero con el que armar sus ejércitos. El recurso a sorteos para financiar aventuras militares y obras públicas fue una constante en Europa desde principios del siglo XV, cuando varias ciudades francesas lograron así los fondos necesarios para reforzar sus defensas. A mediados de ese siglo, los belgas recurrieron a la lotería para construir iglesias, casas de beneficiencia e infraestructuras portuarias.

Francisco I de Francia autorizó la lotería en 1520 para llenar sus arcas y, en 1567, Isabel I hizo lo propio en Inglaterra. El juego cruzó el Atlántico y Benjamin Franklin obtuvo gracias a él dinero para cañones con los que luchar contra Inglaterra durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos. En 1753, los fondos de la lotería se emplearon para la fundación del Museo Británico y, diez años después, Carlos III importó desde Nápoles la lotería primitiva. «Hasta ese momento, se habían celebrado en España sorteos ocasionales para obtener recursos extraordinarias para obras públicas, equipamiento militar... Pero, a mediados el siglo XVIII, la lotería se convierte en un instrumento fiscal», indica Roberto Garvía, sociólogo de la Universidad Carlos III de Madrid y estudioso de la historia deeste juego.

Sorteo patriótico

La primera lotería española era parecida a la primitiva: el jugador elegía los números. Había sorteos cada dos semanas y el problema era que los premios era nfijos, lo que suponía que existía la posibilidad de que el Estado perdiera dinero si los ingresos eran bajos. «Ocurrió al menos dos veces, pero fue poco dinero. El Estado suspendió esa modalidad de lotería en 1862 cuando algunos jugadores concentraron apuestas desorbitadas en pocos números. En caso de ganar, habría salido de las arcas públicas una cantidad semejante a la obtenida el año anterior con la emisión de deuda pública», explica Garvía.

Para entonces, ya existía otra lotería. Había nacido en Cádiz el 14 de marzo de 1812, durante la Guerra de la Independencia. «Si la anterior había venido de Nápoles, ésta llega de México y es patriótica porque busca recaudar dinero para luchar contra Napoleón. De ahí viene lo de Lotería Nacional. Ya existían en Europa otros ejemplos de lotería con billetes numerados, pero la española era muy rara. En el resto, si no te tocaba premio, podías renovar el billete para el siguiente sorteo. Aquí no». La expresión 'Sorteo de Navidad' apareció en el prospecto de premios del 23 de diciembre de 1892 y saltó a los décimos cinco años después.

Los primeros bombos metálicos se remontan a 1850 y se usarán mañana, como es tradicional, en el sorteo más importante del año. Y es que muchas personas sólo juegan en la rifa que marca el comienzo de las Navidades, cuyo premio alcanzó hace décadas popularidad mundial. «El 'gordo' era en los años 60 el premio de lotería más grande del mundo». Ya no lo es, aunque siga siendo el más importante para los españoles y, sobre todo, para las arcas del Estado, que recaudará mañana -en caso de haber vendido todos los billetes- 943,5 millones de euros.

«El sorteo de Navidad supone el 25% de los ingresos anuales de la lotería. Lo más curioso -destaca Garvía- es la costumbre de compartir la suerte». Las participaciones significan confianza en quien reparte el billete y son algo típicamente español no exento del riesgo de fraude. «El 98% de los que juegan en el Sorteo de Navidad lleva alguna participación. Jugar a la lotería en España es tanto una inversión económica como en sociabilidad».

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