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PPLL
Jueves, 27 de diciembre 2007, 09:37
La próxima entrada en vigor de la prohibición de aparcar caravanas y autocaravanas durante más de 5 días seguidos en la vía pública ha suscitado el correspondiente debate entre los arrasatearras, especialmente entre los propietarios de estos vehículos que carecen de garaje. Pero como nos comentaba un lector, también entre algunos que sí tiene garaje. Este mondragonés posee una autocaravana y también un garaje cerrado en la avenida Bizkaia. O al menos eso es lo que pensaba. Porque la reciente reurbanización de dicha calle trajo consigo la reordenación de los aparcamientos, y la implantación de pivotes sobre la acera para impedir que los coches estacionen sobre ella. Al carecer del preceptivo vado, los pivotes le condenaron el garaje donde guardaba la autocaravana, obligándole a aparcar el vehículo en la calle para ocupar una de las escasas plazas disponibles en el término municipal. Y ahora la prohibición de aparcar en la vía pública le obliga a buscar una nueva solución, de pago, por supuesto.
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