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AL DÍA

Los cifios, un enigma para los biólogos marinos

J.P.

Martes, 29 de enero 2008, 03:23

El Cantábrico encierra un incalculable valor ecológico. Nadie lo pone en duda. Infinidad de especies marinas viven sobre sus aguas. Bajo el mar, exhibe un tesoro. Ballenas, delfines, orcas y otras especies se dejan ver cada vez con mayor frecuencia y fotografiar a corta distancia. La Sociedad para el Estudio y la Conservación de la Fauna Marina, Ambar, lleva nada menos que una década investigado las poblaciones de cetáceos en el Golfo de Vizcaya así como sus comportamientos. «Podemos encontrar hasta veinticuatro especies diferentes de mamíferos marinos. La existencia de numerosos cañones submarinos facilita la concentración de estos animales que juegan un papel fundamental en el conjunto del ecosistema cantábrico. Es por este motivo y por el peligro de extinción de algunos de estos mamíferos que el programa la Caixa a favor del mar inicia una campaña de investigación para obtener información sobre el estado en que se encuentra sus poblaciones», afirma Pablo Cermeño, presidente de Ambar.

En el marco del este proyecto, biólogos de la sociedad vasca tienen previsto desarrollar un estudio específico sobre los cifios, también conocidos como ballenas picudas.

Esta especie mide hasta nueve metros de longitud. Es de color marrón y gris azulado. Posee hocico pequeño y dos dientes en el extremo de la mandíbula inferior. Los machos adultos están llenos de cicatrices producidas en peleas y causadas por los dos dientes. Viven lejos de la costa, en aguas de 600 a 800 metros de profundidad. El mayor número de ejemplares se detecta en la fosa de Cap Breton. Generalmente, evitan a los barcos. Es un animal que también emite sonidos. «Se trata de una especie bastante desconocida, de las que no hay datos sobre poblaciones. Los avistamientos de ejemplares de esta especie son esporádicos», afirma Pablo Cermeño.

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