El Bidasoa-Irun es uno de los mejores equipos de la liga en el año 2008

IRUN. DV. Resulta hasta curioso recordar el último partido del 2007. El Bidasoa-Irun perdió en casa de manera rotunda ante el Barakaldo (20-29) y su impotencia dentro de la cancha aquel día era equiparable a la preocupación que agarrotó a la familia amarilla. Todavía casi digiriendo el descenso, el Bidasoa era cuarto por la cola, posición que se castiga con la promoción por la permanencia.

Transcurridos dos meses del 2008, el equipo irundarra ha dejado ya la promoción a seis puntos, gracias a sus excelentes resultados. Siete jornadas se han disputado en el nuevo año, que se estrenó con la última de la primera vuelta, y el Bidasoa-Irun es uno de los mejores equipos tras el parón navideño.

De 14 puntos disputados, los de Aitor Etxaburu han conseguido 11, pues perdieron en la visita al líder Cuenca y empataron en Toledo. El resto, victorias y algunas muy claras. En esa supuesta clasificación del 2008, el Bidasoa está empatado con el Alcobendas, actual líder, tiene un punto más que el Villa de Aranda y dos más que el Pozoblanco. Hay un matiz, pues el partido entre Villa de Aranda y Alcobendas, que terminó en empate, no está contabilizado tras la reclamación de los locales, que todavía sigue en despachos.

Victoria sin brillo

Independientemente de esta clasificación parcial, el Bidasoa ha mostrado con creces su mejoría, varias veces comentada. No pudo refrendarla con juego ante el Tolimar Tres de Mayo en Artaleku, aunque sí con dos puntos (29-26). Con los renqueantes Duric y Redondo sentados, al Bidasoa le costaba imponer su superioridad. El brillante Yeray, con doce paradas hasta el descanso, sostuvo a los suyos, que se mostraron poco diligentes en ataque. En el minuto 27 apareció en cancha Duric y fue él quien desatascó a los amarillos en el segundo tiempo, marcando cinco goles en el parcial de 9-3 que cambió el 16-15 por un 25-18. La relajación final dio pie a un marcador menos lustroso de lo que había mostrado el encuentro.

Aitor Etxaburu reconoce que «no hicimos un partido bueno y no sé exactamente a qué achacarlo. Falta de intensidad, falta de concentración... un poco de todo. Es verdad que no jugamos bien, pero empezamos el partido muy puestos, con robos de balón y contraataques. Luego hicimos varios fallos en ataque y el Tres de Mayo se puso por delante».

El eibartarra recuerda que «hubo un par de momentos en el primer tiempo para ponernos cuatro arriba y, al no aprovecharlos, no pudimos sentenciar el partido. Al final, entre un error tuyo, una decisión arbitral, la intensidad de ellos... el marcador quedó deslucido».

Y matiza que «el Tres de Mayo no me pareció el peor equipo de la categoría. Tenían sus limitaciones, pero siempre demostraron capacidad para acoplarse a nuestros cambios defensivos».

Para Etxaburu, el partido era peligroso porque «teníamos poco que ganar y mucho que perder. Dimos un pequeño paso atrás en la línea ascendente que llevábamos en las últimas semanas, pero los puntos siempre son importantes y no vamos a desmerecer el trabajo que hicimos».

A falta de nueve jornadas, el Bidasoa-Irun está a tres puntos del quinto puesto y a cuatro del cuarto. Acabar la liga en una de esas posiciones es el objetivo actual de los amarillos. Para ello, el partido de la próxima jornada se presenta de manera distinta a como se veía hace unas semanas. El sábado, el Bidasoa-Irun visitará en Alcobendas al líder, que en pocas jornadas podría certificar su ascenso matemático a la Asobal. El equipo madrileño, que sólo ha perdido dos partidos de 21 disputados, se impuso 19-25 en Artaleku, pero entonces el Bidasoa jugó sin Duric ni Pocholo.

Trofeo a la Regularidad

Otra clasificación que tiene claro dominador es la del Trofeo a la Regularidad que entrega la Peña Bidasoa. Frente al Tres de Mayo, Yeray se llevó otro sobresaliente (cinco puntos) y cuatro puntos recibió Duric. Ventura, Johansson, Peciña, Arvidson y Pocholo sumaron tres, mientras que Urtzi, Gordo, Redondo, Agirrezabalaga, Pocholo y Munkacsi sumaron dos.