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IÑIGO URRUTIA iurrutia@diariovasco.com
Jueves, 3 de abril 2008, 09:55
SAN SEBASTIÁN.DV. La ya de por sí exigua oferta de vuelos en el aeropuerto de Hondarribia ha retrocedido a 2005, de manera que sólo brinda dos destinos, los de siempre, Madrid y Barcelona. Air Nostrum ha suprimido los vuelos regulares a Málaga y Sevilla que implantó hace dos años y que formaban parte de una estrategia que también contemplaba establecer conexiones directas con Valencia y Santiago de Compostela.
La supresión de estos vuelos representa un nuevo golpe a la pírrica capacidad operativa del aeropuerto guipuzcoano en un contexto en el que precisamente los aeródromos del entorno incrementan la calidad de su oferta de vuelos con compañías de bajo coste.
Mientras tanto, las instituciones vascas tejen y destejen su posición sobre cuál ha de ser el futuro de la pista, si se amplía, se reduce o «converge» con la oferta del aeródromo de Biarritz.
La decisión de Air Nostrum puede que no sea este año la única que mengua la calidad de la oferta en Hondarribia, pues Spanair se está replanteando, según fuentes conocedoras del proceso, el mantenimiento de los vuelos con Madrid.
Si se confirma esta hipótesis, Iberia recuperará el monopolio del trayecto -que ya tiene con el de Barcelona- y la consecuencia inmediata sería una elevación de las tarifas.
Retroceso
La Asociación para el Fomento y desarrollo del Aeropuerto de Hondarribia (Afodesa) valoró ayer muy negativamente la supresión de estos vuelos «porque representa un retroceso de cuatro años para nuestro aeropuerto». Juan Loira, portavoz de Afodesa, considera que la decisión de Air Nostrum «se produce en un contexto que se explica por la falta de decisión de nuestras instituciones, que está condenado a nuestro aeropuerto a una muerte dulce».
La compañía Air Nostrum inauguró con mucho ringorrango los vuelos a las dos ciudades andaluzas en enero de 2006 y anunció que en un plazo de año y medio, si el mercado respondía, establecería vuelos directos a Valencia y Santiago de Compostela. La conexión con Sevilla era de cuatro vuelos semanales en cada sentido y con Málaga de tres vuelos semanales.
La demanda de pasajes no ha sido conforme a sus previsiones, porque ya a finales del año pasado suprimió el vuelo directo a Málaga y redujo de cuatro a dos los vuelos a Sevilla, a donde Air Nostrum voló por última vez el pasado 28 de marzo.
Antonio de Nó Vázquez, director de Comunicación de Air Nostrum, confirmó anoche que «se trata de una decisión empresarial tomada en un contexto de descenso general de la demanda -no sólo en Hondarribia- incremento de competencia y subida de costes -especialmente el del combustible que hacen que Air Nostrum haya tenido que replantearse la situación de estos vuelos y haya pospuesto para más adelante la apuesta por estos enlaces».
En el caso concreto de Hondarribia, agregó que «la subida del crudo afecta más negativamente a los vuelos largos ya que al estar en fase de lanzamiento, la combinación de costes superiores con ingresos promocionales bajos hace que tengamos que discontinuar la operación para esta temporada».
No obstante, agregó que como se trata «de una cuestión de tiempo y de situación de costes, no descartamos en ningún momento retomar la operación con estos u otros destinos».
Durante el año pasado, el aeródromo guipuzcoano cerró el ejercicio con un 26,8% más de viajeros que en 2006 y un total de 466.494 usuarios, una tendencia crecimiento que se va a cortar de cuajo tras la supresión de las rutas a Andalucía.
Tarifa sin competencia
Constreñido a ofertar sólo vuelos a Madrid y Barcelona, con salvedades como los vuelos que en verano se ofertan para viajar a Baleares, el aeródromo guipuzcoano tiene además la desventaja de precios derivada del monopolio de la oferta para viajar a la capital catalana. La consecuencia inmediata es que volar de Hondarribia a Barcelona resulta más caro que hacerlo a América.
Cuando Spanair comenzó a operar con vuelos entre Hondarribia y Madrid, rompió el monopolio de Iberia y los precios cayeron en picado. Por el contrario, la ausencia de competencia explica que hoy ir y volver a Barcelona cueste 600 euros cuando, por ejemplo, en en el vecino aeropuerto de Loiu se consiguen billetes por 90 euros.
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