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MIGUEL VILLAMERIEL mvillameriel@diariovasco.com
Miércoles, 23 de abril 2008, 09:57
SAN SEBASTIÁN.DV. El matrimonio formado por la irundarra Ketty Sánchez y el estadounidense Michael Branson, que desde hace un año da clases a sus cuatro hijos fuera del sistema educativo convencional, ha dado un nuevo paso en su lucha por que el homeschooling sea aceptado por las instituciones y hoy se convertirá en la primera familia española que comparece ante un parlamento para defender lo que ellos consideran un derecho de todo padre. Será la comisión de Educación y Cultura del Parlamento Vasco la encargada de escuchar los argumentos del matrimonio y sopesar si esta reivindicación es merecedora de ser elevada a la Cámara de Vitoria para su debate.
La familia Branson-Sánchez saltó a los medios de comunicación el pasado octubre después de que la Fiscalía de Menores de San Sebastián imputase a los padres por sacar a sus cuatro hijos del sistema educativo, matricularlos en un colegio estadounidense de educación a distancia y darles clase en la academia que regentan en la calle Mayor de Irun. Aquella imputación por un «delito relacionado con menores», según la citación que recibieron en casa, no sólo no les hizo desistir de su idea de educar a sus hijos en casa, sino que les motivó a seguir defendiendo su causa con más fuerza. Su caso sirvió para abrir un debate social y para que otras familias salieran a la luz pública a defender el homeschooling.
Ketty Sánchez explica que «una parlamentaria vasca que es partidaria de esta forma de educar me animó a llevar el tema al Parlamento Vasco. Surgió la posibilidad de comparecer ante la comisión de Educación y esta mañana nos presentaremos ante ella siete personas: la presidenta de la Asociación para la Libre Educación (ALE), un pedagogo, el director del colegio de nuestros hijos, una profesora de la UPV que está estudiando este fenómeno, nuestro abogado, y mi marido y yo, que expondremos nuestro caso particular. Vamos muy preparados».
El objetivo principal es «convencer a los parlamentarios de la comisión de que esto no es una dejadez de responsabilidades, sino todo lo contrario. La idea es que la comisión lleve al Pleno del Parlamento este debate, que también ha sido defendido por el Ararteko. Estamos empujando las puertas necesarias para que pueda llegar el reconocimiento a la educación en casa. No pedimos una regulación ni una ley, simplemente queremos que se reconozca esta opción y que no se nos persiga judicialmente por querer la mejor educación posible para nuestros hijos».
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