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MIKEL G. GURPEGUI
Viernes, 9 de mayo 2008, 03:23
SAN SEBASTIÁN.DV. «Quien los cuente, comprobará que realmente tocamos 24 clarinetes diferentes en 55 minutos». Carles Riera, miembro fundador del Trío Salmoè, lanza a los espectadores del concierto familiar que ofrecerá mañana en el Kursaal el reto de verificar que es rigurosamente cierto lo que se promete en el juguetón título del espectáculo: 3 músicos, 6 manos, 12 notas, ¡24 clarinetes!
El concierto del trío catalán pretende trazar un recorrido por la historia del clarinete, desde los chalumeaux, aquellas flautas modificadas con una embocadura de caña atada con un cordel que constituyeron el precedente del clarinete, hasta toda la gama actual del instrumento, en que, como explica Carles Riera, «tenemos desde minúsculos clarinetes de bolsillo a otros mucho más grandes que quienes los tocan». El propio Riera, pionero en la introducción de clarinetes históricos en el Estado, posee una colección de más de cuarenta instrumentos.
Quienes acudan al Kursaal conocerán entre pequeñas presentaciones y un programa variado las múltiples sonoridades del clarinete, empezando por los Divertimentos para tres corni di bassetto (clarinetes contraltos) de Mozart, «probablemente las piezas para tres instrumentos iguales mejores de todos los tiempos», pasando por piezas barrocas, y llegando hasta el uso del clarinete fuera de la música clásica, en el jazz y las músicas del mundo.
El clarinetista recomienda el espectáculo para personas «de 6 a 110 años» que quieran dejarse sorprender por la extensa familia del clarinete y cautivar por el placer de la música. «Si vemos muchos niños entre el público, jugamos con los pequeños utilizando el sentido del humor. Pero a veces también consigues su silencio con un pianísimo. Ellos también se quedan encandilados con la magia de Mozart».
Competir con la consola
Precisamente, Carles Riera ha impartido en los últimos dos días unos talleres en San Sebastián a profesores de clarinete en los que ha intentado incentivarles en su tarea de enseñar este instrumento «adaptándonos a la realidad de los niños de hoy». El reto es «cómo conseguir que algo precioso, inventado en 1843, pueda competir con las maquinitas que los niños tienen ahora a su alcance».
Los talleres, para profesores y alumnos, y el concierto de mañana han sido organizados por la Fundación Kursaal en colaboración con la Escuela Municipal de Música y Danza de Donostia, donde un centenar de niños estudia clarinete. Como explica Carles Riera, «es un instrumento en el que los chavales inquietos verán que consiguen frutos a medio plazo y que, si quieren ir más lejos, tienen muchísimo campo, por la gran cantidad de obras de calidad escritas para clarinete».
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