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JAVIER MEAURIO
Sábado, 17 de mayo 2008, 04:04
San Sebastián. DV. Primeras horas de la tarde del pasado jueves 15 de mayo. Un extraño avión sobrevuela el cielo de Hondarribia y se dispone a aterrizar en su aeropuerto. Se trata de un 'Dragon Rapide' de los años 30, el mismo modelo que trasladó a Franco de Las Palmas de Gran Canaria a Casablanca y Tetuán, para hacerse con el mando de las fuerzas del Ejército destacadas en el norte de África y sublevarse el 18 de julio de 1936 contra el Gobierno de la República. El inicio de la Guerra Civil. Pero del bimotor británico no descendió el jueves un general bajito con fajín rojo, sino un madrileño de 59 años, piloto de Iberia, que responde al nombre de Carlos Valle y que preside la Fundación Infante de Orleans (FIO), dedicada a la recuperación de aviones antiguos, todavía en condiciones de uso o con posibilidades de restauración.
«Despegamos el lunes 12 de Norfolk, a unos 150 kilómetros al norte de Londres, y tras cruzar el Canal de La Mancha aterrizamos en Rouen, en Normandía y de allí volamos a Bernay. Teníamos un tiempo muy revuelto, así que tuvimos que detener el viaje. El jueves ya volamos hasta La Rochelle, donde tras repostar -y aprovechando el claro que se abrió en el cielo por la costa- nos dirigimos sobrevolando Las Landas hasta Hondarribia. Ahora estamos esperando para iniciar la última etapa hasta Cuatro Vientos, en Madrid. Si esta mañana mejora el tiempo despegaremos, de lo contrario ya esperaremos hasta la semana que viene, porque yo el domingo tengo trabajo, un vuelo comercial con la compañía Iberia», explica Valle.
Aviones delicados
El 'Dragon Rapide' ha sido comprado por FIO a un particular en Inglaterra por 225.000 euros, más un 32% de esta cantidad en razón del IVA, de los aranceles y de los impuestos especiales de matriculación, es decir 297.000 euros.
«Son cantidades muy elevadas, pero se trata de un avión ya prácticamente único en el mundo. Tiene por tanto un valor histórico muy importante, por encima del precio a pagar. Se va a convertir en algo fundamental para nuestro patrimonio», indica Valle, que reconoce que su fundación no podría afrontar estos gastos si no fuera por las subvenciones que recibe -principalmente del Ayuntamiento de Getafe-.
Viajes a Guinea
Recuerda que el 'Dragon Rapide', además de en las guerras tuvo una gran importancia para el transporte de pasajeros. En España, concretamente, hizo con regularidad vuelos a Guinea Ecuatorial en los primeros años de los 60. «En la postguerra era difícil conseguir combustible y estos bimotores pueden volar con la gasolina corriente que se usa para un automóvil. Prácticamente hasta que Guinea consiguió su independencia el 'Dragon Rapide' voló con pasajeros al continente africano».
Tiempo despejado
En zonas despejadas este biplano británico puede volar a 5.000 pies -1.500 metros-, pero en zonas montañosas lo hace a unos 1.000 pies -300 metros-. «Se vuela a vista y no puedes meterte a ciegas entre las nubes, cuando existe riesgo de choque contra un monte. Por eso para ir de San Sebastián a Madrid necesitamos una buena visibilidad de las montañas vascas y de la cordillera central. El vuelo hasta la capital de España tendrá una duración aproximada de dos horas y media», informa Carlos Valle.
El infante aviador
La FIO toma su nombre en homenaje a Alfonso de Orleans y Borbón (1886-1975), infante de España, quinto duque de Galliera y aviador militar. «Fue un hombre totalmente dedicado a la aviación que llegó a convertirse en uno de los primeros y más destacados aviadores militares españoles. Participó en el Desembarco de Alhucemas (1925) y en la Guerra Civil en el bando franquista. Cuando pusimos en marcha nuestra fundación -hace unos 20 años- no dudamos en ponerle su nombre», dice Valle.
La FIO cuenta con 34 aeronaves históricas, todas en condiciones de vuelo y que se exponen en Madrid en un museo ubicado en Cuatro Vientos. «En la fundación estamos un total de 21 personas, todos profesionales de la aviación. Los primeros domingos de mes realizamos exhibiciones con todos los aparatos que ese día se encuentran en condiciones, ya que hay algunos que pueden estar en revisión o reparación», señala el piloto de Iberia.
Así, entre las 'joyas' que se encuentran en los hangares en Cuatro Vientos están un 'Comper Swift', idéntico al que utilizó el malagueño Fernando Rein Loring para realizar el raid Madrid-Manila en 1933, el más famoso de los años 30.
También disponen de un 'British Eagle', el modelo que empleó Juan Ignacio Pombo para volar en 1935 de Santander a México, el primer cruce del Atlántico Sur en solitario.
Único en el mundo
Otro avión que aprecia especialmente Valle y del que dispone la fundación es el 'Miles Falcon Six', «una aeronave ya única en el mundo y que hemos conseguido que vuelva a volar. No ha habido que reconstruirla». Este avión fue utilizado por los republicanos durante la Guerra Civil. «Era muy rápido y servía de enlace entre las diferentes zonas que ocupaba la República. Se trata en realidad de una avioneta, que ganó muchas carreras y que se utilizó también con fines turísticos».
Indica que la Fundación Infante de Orleans proseguirá adquiriendo aviones hasta sumar los 40, por los que les falta comprar otros seis. «Luego nos detendremos».
El museo de Cuatro Vientos - «uno de los mejores de Europa y del mundo»- se ha quedado pequeño y en un par de años se van a trasladar a Getafe, donde Norman Foster está construyendo un edificio que albergará con comodidad a las aeronaves. Pero ahora, para la FIO, su reto inmediato es llegar desde Hondarribia a Madrid con su 'Dragon Rapide'.
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