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Los valientes triatletas corren hacia el agua dispuestos a cubrir la primera de las pruebas del Memorial. [josé mari lópez]
Eneko Llanos, rey en el infierno
TRIATLÓN | memorial onditz

Eneko Llanos, rey en el infierno

El triatleta alavés ganó por cuarta vez un Memorial Onditz épico

MIKEL MADINABEITIA

Jueves, 5 de junio 2008, 15:39

DV. El triatleta alavés Eneko Llanos sobresalió por encima de todos y se llevó ayer la XXIII edición del Memorial Onditz-EL DIARIO VASCO en una prueba épica, donde la meteorología elevó sobremanera la dificultad y el alavés salió victorioso del infierno. La atípica meteorología que estamos viviendo, más propia de países de un clima monzón, propició ayer una jornada pasada por agua y complicó la carrera en exceso. En categoría femenina la checa Radka Vodickova realizó una auténtica exhibición y se proclamó por primera vez ganadora en San Sebastián.

Más de quinientos participantes tomaron la salida a las diez de la mañana en esta dura prueba, que exige cubrir una distancia de un kilómetro y medio nadando, cuarenta en bicicleta y, por último, diez corriendo. El comienzo no pudo ser más desalentador ya que la lluvia no cesaba cuando el juez dio la salida. La temperatura era de quince grados y la del agua, de dieciséis. Los triatletas, cuando menos, encontraron el mar en buenas condiciones para cubrir la primera parte del Memorial.

Sobre los veinticinco minutos arribó el primer corredor, Clemente Alonso, al hotel Londres, donde daba comienzo la prueba de bicicleta. Por detrás, un grupo de siete seguidores: Eneko Llanos, Peru Alfaro, Jon Unanue, Francisco Pontano, José Manuel Tovar, Iñigo Eizagirre y la gran sorpresa, la checa Radka Vodickova.

Hacia Orio

Los triatletas se dirigieron hasta Orio por la sinuosa carretera de Aginaga, donde la lluvia hizo estragos. Cuando la carrera enfilaba hacia Igeldo, para regresar a Donostia por Mendizorrotz, un árbol de una envergadura importante cayó y atravesó la carretera. El coche de control de la carrera no pudo pasar y los participantes se vieron obligados a pasar ese tramo bici en mano. Espectacular.

Eneko Llanos, campeón del mundo de la especialidad, adquirió una buena ventaja montado en la bicicleta, a la postre clave para ganar por cuarta vez en Donostia. Inició en solitario el tercer tramo, mientras por detrás Eizagirre, Tovar, Alonso y Pontano luchaban por una plaza en el podio.

Pasadas las doce de la mañana Llanos cruzaba la línea de meta, a la altura del club Atlético San Sebastián, e igualaba con cuatro triunfos en el palmarés a su hermano, Héctor Llanos, campeón el año pasado y que ayer no pudo participar por fiebre, y a Iñaki Arenal.

A menos de un minuto llegó en segunda posición José Manuel Tovar y siete segundos después Clemente Alonso. Jon Unanue, cuarto, se quedó a tan sólo ocho segundos de la gloria de los tres primeros triatletas.

Exhibición de Vodickova

En la categoría femenina todas las miradas estuvieron puestas en la corredora checa Radka Vodickova, que se proclamó campeona de europa de duatlón hace apenas una semana en Grecia. Vodickova llegó a meta en 2:22.32, una marca tres minutos inferior a la lograda hace un año por Ana Casares, que ayer se vio obligada a abandonar en Orio por el intenso frío. La marca dice mucho del bonito futuro que el espera a esta joven checa. Y si no, al tiempo.

Su ventaja fue considerable puesto que la segunda clasificada, Estefanía Gómez, llegó con prácticamente diez minutos de desventaja. Finalmente Itsaso Leunda, segunda el año pasado, fue quien terminó el Memorial en una meritoria tercera posición.

Mientras el resto de participantes seguía con su particular odisea de culminar la prueba, los grandes protagonistas compartían sensaciones en la zona mixta. Por cierto, sorprende su capacidad de recuperación. En apenas un par de minutos parece que se encuentran en perfectas condiciones.

Afición

Mientras Joseba, el entrañable locutor del Memorial, se afanaba en cuidar hasta el último detalle, los aficionados seguían animando al resto de participantes. Y en un escenario de la zona mixta se procedió a la entrega de premios. Tanto Llanos como Vodickova se llevaron un cheque por valor de 1.300 euros. Que lo disfruten.

Abandonamos el recinto con la sensación de haber presenciado un Memorial Onditz épico. En la redacción de este periódico uno está habituado a escuchar, por parte de los compañeros veteranos, las grandes gestas ciclistas acontecidas en los puertos alpinos y pirenaicos. Se ve que lo cuentan con pasión. Creo que este Memorial será contado de la misma manera el día de mañana.

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