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CARLOS MOLINA
Martes, 17 de junio 2008, 10:26
DV. Carlos Pouso será el entrenador del Eibar para la próxima temporada. El entrenador vizcaíno firmará por un año a pesar de que el Eibar suele ofrecer contratos por dos temporadas. El Eibar confirmó ayer de forma oficial el fichaje del entrenador que procede del Sestao River, que ya estuvo viendo al Eibar el domingo en El Molinón ante el Sporting.
Carlos Pouso Lejonagoitia nació en Leioa el 30 de julio de 1960 y lleva las últimas cinco temporadas en el Sestao River. Pouso acabó el 30 de junio su contrato con el club verdinegro, que le había ofrecido la renovación. Pero el técnico no quiso firmar porque tenía la posibilidad de entrenar al Eibar en caso de que Mandiola decidiera no continuar.
El primer contacto se produjo cuando el Eibar ofreció la renovación a Mandiola y éste prefirió esperar. Al margen de Pouso, Iñaki Alonso también estuvo en la agenda del Eibar, pero el durangués finalmente decidió renovar con el Real Unión.
El pasado sábado Manix Mandiola confirmó oficialmente que no continuaba en el Eibar como entrenador, con lo que se abría la puerta para el fichaje de Pouso. El Eibar no ha querido perder el tiempo y las gestiones por su contratación cristalizaron el pasado domingo, poco antes del partido ante el Sporting. Pouso será presentado este mediodía ante los medios de comunicación.
Barriuso declaró la semana pasada en la presentación de los jugadores procedentes del Sestao River, Añibarro y Álvaro Martínez, que Pouso era un entrenador que colmaba las expectativas del Eibar. «Hemos seguido la trayectoria de Pouso en el Sestao River. Nos gusta la forma de trabajar que tiene y sabemos que lo ha hecho muy bien en el Sestao», destacó.
Deja el trabajo
El fichaje por el Eibar supone para Pouso un salto cualitativo en su trayectoria deportiva al dirigir por vez primera a un club en una categoría profesional como es la Segunda División. La estancia en equipos modestos le había permitido combinar hasta ahora su labor como entrenador con un trabajo en una empresa del sector naval vizcaíno. Sin embargo, ahora deberá dejar su empleo para apostar por dedicarse profesionalmente al fútbol.
En este sentido, Pouso ha pedido un año de excedencia a la que tiene derecho según la legislación laboral vigente. De esta forma, la empresa vizcaína conserva el puesto de trabajo de Pouso durante un año.
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