Andoni Luis Aduriz crea un pintxo para invidentes

Una cobertura crujiente fácil de coger con una mano, un interior jugoso pero que no gotea y un sabor sublime a chipirón con queso de Idiazabal son las claves del "pintxo accesible", una innovadora tapa para invidentes creada para la ONCE por el prestigioso cocinero guipuzcoano Andoni Luis Aduriz.

El chef del restaurante Mugaritz de Errenteria, recientemente galardonado con el Premio ONCE de Euskadi Solidario, ha desvelado los secretos de su nueva creación en una presentación celebrada esta mañana en la sede de la organización de ciegos de San Sebastián, en la que han participado también el presidente de la entidad en Euskadi, Javier Domínguez, y el responsable de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa, Mikel Ubarrechena, entre otros.

Además de la presentación a los medios informativos, el acto ha incluido una exhibición sobre su elaboración y una degustación "a ciegas" entre numerosos hosteleros y críticos gastronómicos, que tuvieron que cogerlo y catarlo provistos de un antifaz.

Un reto

La delicia gastronómica está pensada, según ha explicado Aduriz, para que los discapacitados visuales puedan disfrutar en los bares de este tipo de "comida social", sabiendo que encontrarán una exquisita miniatura siempre en forma de pastilla cuadrada, que podrán comer en dos o tres bocados "sin que se desparrame y ni manche", todo ello sin necesidad de usar mas que una mano.

"Me pasé quince días pensando y sin dormir, porque el reto era difícil", ha recordado el restaurador vasco, quien ha llamado la atención sobre el hecho de que el "pintxo" de la ONCE es "sencillo" y no necesita ser servido y ni comido en un recipiente.

Chipirón fresco, queso de Idiazabal, ajo, aceite de oliva y láminas de pan son los ingredientes de la exquisita miniatura que los hosteleros de Gipuzkoa podrán ofrecer a partir de ahora en las barras de sus bares, con las variantes que deseen, ya que su creador invita a utilizar "el concepto" con otros productos de base, como gambas o pato.

La iniciativa se enmarca dentro de las actividades de la Semana de la ONCE y tiene el objetivo de sensibilizar a la población sobre las dificultades que las personas ciegas deben superar a diario, en este caso, en relación con una actividad social tan arraigada en el País Vasco como es "irse de pintxos".