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Benito Urraburu. Enviado especial
Domingo, 13 de julio 2008, 04:56
Toulouse. DV. Si no le han fallado los vuelos desde Toulouse, Manuel Beltrán ya estará a estas horas en su casa de Jaén. El corredor salió de comisaría a las 3 de la madrugada de ayer y se trasladó a un hotel de Toulouse, donde esperaba encontrar una conexión para poder coger un vuelo que le dejase lo más cerca posible de su casa.
En un comunicado emitido por el propio corredor, pide «respeto hasta tener el resultado de la muestra B». En ese mismo comunicado, libró de toda culpa a «los patrocinadores y compañeros del equipo», a los que deseó «que no se vean perjudicados por lo que ha sucedido».
En el comunicado dice que «debo manifestar mi deseo de que ni los patrocinadores del equipo ni mis compañeros se vean perjudicados por estos hechos, por lo que espero que nadie tome acciones en su contra perjudicándoles de manera indiscriminada», apunta Beltrán.
Reconoció haber permanecido hasta las 3 de la madrugada en dependencias policiales y pidió «respeto», tras los hechos acontecidos el viernes. Los siguientes pasos que va a seguir son los de «solicitar el análisis de la muestra B. Ruego que se respete mi presunción de inocencia hasta tener el resultado de dicho análisis», se defendió el veterano corredor andaluz. También dice que espera que «lo sucedido no salpique a la organización y a los patrocinadores del Tour de Francia».
Una receta de Prozac
Cuando la Policía francesa llegó a su hotel, revisaron su habitación totalmente, de arriba a abajo, también sus maletas. Encontraron una receta de Prozac, extendida por su médico particular. Ningún médico de Liquigas le había extendido ningún tipo de receta. Entre los riesgos que tiene Beltrán una vez que ha declarado están los de poder ir a la cárcel. En Francia, asuntos como el suyo pueden ser castigados hasta con cinco años de prisión.
Si el caso Beltrán ya está cerrado, al menos para la carrera, el que se encuentra en plena ebullición es el de Riccardo Riccó, el corredor de Saunier Duval, que cuenta con un certificado desde que era aficionado que demuestra que su tasa de hematocrito es superior al 50%, concretamente el 52,2%.
El director de Saunier Duval, Matxin, está tranquilo. «Desde que era aficionado tiene un certificado de la UCI. Me parece normal que le hagan controles si ven que hay algo anormal en sus resultados».
Admitía Matxin que le habían hecho cuatro controles, «que es lo normal en las vueltas de tres semanas. Han hecho dos a todo el equipo y otros dos a él. No es que sea sospechoso como ha publicado el periódico francés L&rsquo Equipe, sino que le quieren controlar. Riccó no tiene ningún problema. Le han hecho análisis capilares también».
Con lo que no estaba de acuerdo el técnico de Saunier era con «la forma en que se llevan estas cosas. Sabemos que lo de Beltrán esta penado en Francia, pero no ha cometido ningún delito de sangre. Me parece exagerada la forma en la que se han hecho las cosas. Llevar nueve coches de policía para detenerle es una pasada». Eso les parece a muchos corredores y directores, pero hay otros que están de acuerdo.
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