Teoría y práctica del poteo

DV. Croqueta de jamón o de bacalao, o de hongos o de txangurro. Calamares, mejillones o champiñones. Ensaladillla rusa, anchoas, chatka o salmón marinado. ¿Qué es ésto?, decía uno de los 63 alumnos del curso de verano 'Scaling up social innovation - from ideas to action', que a usted le puede sonar a algo raro, lo mismo que les sucedió a todos los extranjeros que se adentraron a partir de las nueve de la noche de ayer en la Parte Vieja y a los que ofrecieron callos o chipirones en su tinta.

Se reunieron en el Boulevard y formaron diversos grupos con su 'bote' de dinero particular con el que afrontar los 'riesgos' de un poteo acompañado de banderillas.

Desde los cursos de verano Ainhoa Unamuno explicaba que «se trata de acercarles a una de las realidades de nuestra sociedad, el rito del poteo, las cuadrillas, las rondas -llueva o no llueva- el 'bote' que se reúne para pagar las consumiciones, los pinchos o el hecho de no estar quietos en un bar y dejarse llevar por todas las calles, en este caso de la Parte Vieja donostiarra».

Alguno se quedó de piedra cuando vio un zurito en lugar de la grandiosa jarra de cerveza que se sirve en su país. Otros ya venían con más conocimientos y distinguían bien entre el 'beltz', 'gorri' o 'txuri'. Incluso algunos se aventuraron con el txakolí.

El Centro de Investigación en la Gestión del Grupo Mondragón, (MIK), la Young Foundation de Londres y SIX , la red de innovación social más importante a nivel internacional- han organizado este curso que consta de diferentes talleres además del aspecto más lúdico, que se tradujo en este poteo 'parteviejero' .