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Lillo no cesó de dar instrucciones a sus jugadores durante el entrenamiento de ayer. /MICHELENA
Los administradores concursales no se oponen a fichar, pero reclaman información
REAL SOCIEDAD

Los administradores concursales no se oponen a fichar, pero reclaman información

Lillo les responsabilizó de lo mal que lo está pasando Moha al saber que su fichaje todavía no está aprobado. La contratación de Geijo no será posible si no hay explicación previa

FERNANDO BECERRIL

Sábado, 2 de agosto 2008, 05:56

DV. La política de hechos consumados puesta en práctica por Iñaki Badiola a la hora de reforzar a la Real no sólo atenta contra la letra de la ley concursal a la que se acogió la sociedad sino que además puede hacer imposible la contratación de jugadores clave en el proyecto deportivo del club. Éste podría ser el caso del delantero Alex Geijo, cuyo fichaje puede convertirse en imposible si Badiola sigue sin respetar las normas.

La ley exige que cada operación sea presentada previamente a los administradores concursales que están obligados a firmar los nuevos contratos igual que el presidente del club, pero Iñaki Badiola fichó a Moha y ni solicitó autorización alguna a los administradores ni les aportó el contrato antes de la presentación oficial del futbolista.

El malestar entre los administradores es creciente. Ellos no se oponen a que la Real incorpore nuevos futbolistas para equilibrar su plantilla y entienden que elegir a un jugador o a otro es una tarea que corresponde a los responsables deportivos del club. Recuerdan que su papel se limita a estudiar los contratos y ver si sus parámetros se ajustan a las condiciones del concurso de acreedores y si las cifras son asumibles en la actual situación de la Real.

El proceso habitual en este tipo de situaciones pasa por mantener un diálogo fluido entre el presidente del club y los administradores. Lo normal en estos casos es que el presidente explique a los administradores lo que pretende hacer y por qué, pero Badiola no explica nada y se apunta a una política de hechos consumados que además de ser ilegal puede llevar a paralizar las contrataciones a cuatro semanas del inicio del campeonato.

Geijo se lo piensa

El fichaje de Geijo se va a calentar o enfriar en las próximas horas. El jugador trata de conseguir la carta de libertad del Levante para poder negociar su futuro. La oferta de la Real le atrae, pero no es la única que tiene y ya conoce los problemas que se le han presentado a Moha a causa de la mala práctica del presidente del club. En Alicante aseguraban anoche que estaba apunto de firmar por el Hércules ante el temor de vivir una experiencia negativa después de la terrible campaña anterior vivivida por los jugadores del Levante.

Para la Real conseguir su contratación dependerá de la rapidez con que se pueda gestionar su fichaje una vez que se haya desvinculado del club valenciano. Pero eso pasa por convencer a los administradores de que es un fichaje fundamental y de que a los buenos delanteros, hay que pagarles.

Geijo cobraría una cifra elevada, en torno a los 600.000 euros, y no será fácil convencer a los adminitradores de que ese contrato está justificado. Desde luego es poco probable que acepten una cifra tan importante sin diálogo y sin un meticuloso estudio previo. Si el presidente desea realmente contratar al ariete, tendrá que explicar su postura lo antes posible a las tres personas que tendrían necesariamente que dar su visto bueno a la operación.

Críticas de Lillo

Juan Manuel Lillo terció ayer en el debate en el curso de la rueda de prensa previa al primer encuentro prepatatorio que la Real juega hoy contra Osasuna. Lo hizo a partir de su preocupación por la situación personal de Moha cuya contratación está en el aire, al menos hasta que los administradores estudien el contrato que por fin les ha sido entregado.

El entrenador descargó la responsabilidad del mal momento que sufre el jugador sobre los hombros de los tres adminitradores. La pregunta fue si entendería que se frustrara ahora el fichaje de Moha y Lillo respondió: «Ahora no lo entendería, sinceramente. ¿Por qué? Suponiendo que se le haya traído sin consultar como dicen algunos, que yo sepa Moha no vino en una caja y un día 'piiin' lo sacamos allí. Se llevaba hablando de que venía Moha, que venía Moha... Si no se podía hacer, los administradores podían haber dicho 'eh, alto el carro que es de barro' y nadie dijo nada. Ahora cuando está aquí le haces pasar esto al chaval. Pues dilo antes, chico, dilo antes. Hablo desde la perspectiva personal. Así el chaval no sufre y ya está. Pero hora no te hagas el sorprendido de que está aquí. Si queréis echamos mano de la hemeroteca...»

Un poco más tarde Lillo defendió a su jugador: «Está afectado. Es normal. Es persona y es muy buena persona además. Es muy buena gente. Es normal que le afecte y a los demás nos afecta, verle afectado».

A continuación defendió la necesidad de que se reúnan todas las partes para clarificar la situación. Le preguntaron si estaría dispuesto a reunirse con los administradores: «Estoy a su disposición. Por saber qué terreno piso yo estaría reunido en cada instante, pero entiendo que presidente, administradores y jugadores tendrían que reunirse ya. Pero por la salud competitiva de una cosa que no hemos nombrado y que se llama Real Sociedad y que es la más importante de todas».

Le preguntaron por los jugadores que pueden tener ofertas para dejar el club y volvió a hilar con el tema anterior: «Ellos están bien. Yo no les veo que estén pensando en salir. Claro que si la incertidumbre se va añadiendo, será una posibilidad más que se irá anidando en su mente. Por eso la reunión urge. El 30 de agosto ya está aquí y a los que se les va a empezar a exigir y a los que se les va a empezar a pitar es a los futbolistas. Después vete a explicarle al aficionado lo de la ley concursal. A partir del día 30, el estado para medir las cosas será otro. Vamos a prepararnos por favor para esa tabla de medición. Por ellos. No, por mí, que yo estoy de la raya para fuera».

Fue otro de sus argumentos recurrentes: «Estamos entrando en una situación muy peligrosa y el 30 de agosto está muy cerca. A nuestros jugadores les vamos a exigir que compitan sin haber creado el clima necesario para ello. Entonces caerán las críticas porque las demandas siempre son para los mismos y se les va a hacer depositarios del bienestar social de toda Gipuzkoa».

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