

Secciones
Servicios
Destacamos
ELISA LÓPEZ
Domingo, 17 de agosto 2008, 04:22
DV. Poco antes de las 8 de la mañana, en el plató 27 del centro de producción donostiarra de Miramón, el continuo ajetreo indica que todo está a punto de empezar: los actores ensayan las últimas escenas, las cámaras ajustan sus posiciones, las maquilladoras dan sus últimos toques y director y regidor están listos para dar las primeras órdenes. Es la grabación de el o secuela de ; sus personajes han calado tanto en el público que se va a convertir en serie independiente.
Si Antena 3 tuvo a sus famosos vecinos de , que luego se trasladaron a de Tele 5, ETB2 también tendrá los suyos propios, que responderán a patrones reconocibles en la sociedad vasca.
«Pensamos que los podían independizarse y tener una entidad propia», señala el director de la nueva comedia, Javier García Vicuña, que lleva ya cinco años al frente de . Asegura que nace con vocación de continuar y ampliar el camino emprendido dentro del programa. «Por una parte pretende ser fiel al estilo que ha permitido convertirse en la miniserie que ha vertebrado el programa a lo largo de los últimos dos años y, por otra, ampliar sus conflictos y su complejidad para realizar una comedia de 45 minutos conservando su espíritu habitual».
Alex, Pruden y Patxi se mueven a sus anchas por el plató durante una grabación que provoca las carcajadas de todos: situaciones de humor que repiten una y otra vez hasta que el director da el visto bueno. Junto a ellos vienen y van el resto de los vecinos protagonistas. La también euskolega Leire, que será sólo parte importante del arranque de la serie; la actriz navarra Arantza Aranguren, que es la primera vez que trabaja para Euskal Telebista; Guillermo Altair, un abogado bilbaíno que debuta en televisión; la joven canaria Nayra Navarro, y el veterano Ramón Barea, que regresa a ETB tras dieciocho en el papel de tío de Patxi, un liante encantador acostumbrado a la buena vida.
Tal y como explica Cristina Bernal, responsable de Pausoka, productora de la serie, «el elenco de actores es un lujo. Fue muy complicado atar todos los cabos, contar con todas las personas que queríamos, pero al final lo hicimos. Logramos que Ramón Barea aceptara este proyecto y ahora está encantado con este humor».
Conflictos cotidianos
Los protagonistas son vecinos en la misma planta de un edificio céntrico de Bilbao y en la esquina tienen un bar donde todos recalarán para contarse sus vidas. «Las historias, conflictos y situaciones que vivirán podían afectar a cualquier persona independientemente de su procedencia, pero siempre habrá detalles que los acerquen a nuestro entorno», asegura García Vikuña.
La grabación continúa y todo sigue su curso. En algunos de los descansos, la directora de actores Idoia Uranga da instrucciones a los protagonistas sobre cómo abordar una situación o cómo enfrentarse físicamente a una escena. «Todo es más complicado de lo que parece. Son muchas horas: en una mañana de trabajo, de ocho de la mañana a casi las cuatro de la tarde, entre ensayos y repeticiones, se consiguen unos quince minutos de serie», afirma Bernal.
Llega el final de la grabación, las luces se apagan y actores, técnicos, personal de producción, maquilladores y peluqueros se marchan. Sólo queda el director que visiona todo lo grabado. ¿El resultado? Habrá que esperar a enero... pero promete risas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.