El hombre hallado muerto tras el incendio de Lasarte tenía heridas de arma blanca

DV. El vecino de Lasarte-Oria, cuyo cadáver fue hallado sobre la medianoche del sábado por los bomberos en su domicilio después de que sofocaran un incendio, tal como informamos en la última edición de ayer, presentaba heridas por arma blanca. Fuentes policiales no descartan que el fallecimiento se deba a una acción criminal, aunque tampoco desechan la hipótesis de que se trate de un suicidio. La víctima era Benito Mukija Illarramendi, de 61 años, toda una institución en el balonmano base de Gipuzkoa y seleccionador de Euskadi en varias categorías inferiores.

Los hechos tuvieron lugar sobre las once y media de la noche del sábado, en el segundo piso, letra B, del número 2 de la plaza Urdaburu, situada en el barrio lasartearra de Sasoeta. Un vecino alertó a los Bomberos del parque donostiarra de que salía una densa humareda del domicilio de Benito Mujika. Los primeros efectivos en llegar lograron entrar en el piso y consiguieron apagar rápidamente el fuego. Fueron también los propios bomberos quienes hallaron a la víctima, tendida en la cama de su habitación.

Según los primeros indicios, el incendio se inició en un sofá de que había en la habitación donde se hallaba el fallecido. Ninguna otra dependencia del piso resultó afectada por las llamas, ni hubo que desalojar a los vecinos del edificio.

Primeras sospechas

Las primeras averiguaciones llevaron a los agentes de la Ertzain-tza a sospechar que la muerte de Benito Mujika era producto de una intoxicación derivada de la inhalación de humo. En esos instantes tampoco se descartó de que se tratase de un suicidio, tal como reconocieron algunos agentes a vecinos del inmueble.

Sin embargo, la autopsia practicada a primera hora de la mañana de ayer en el Instituto de Medicina Legal de Donostia reveló que el cadáver presentaba heridas por arma blanca.

Con este nuevo dato, unidades de la Ertzaintza se personaron de nuevo en el inmueble siniestrado e inspeccionaron la habitación al igual que el resto de la casa en busca del arma que pudo causar las lesiones. Asimismo, los agentes efectuaron un reconocimiento de los alrededores de la vivienda. «Han buscado por los jardines, en el parque infantil que hay, en todos los rincones, incluso en las alcantarillas. No sé qué es lo que trataban de hallar, pero debía ser algo de importancia por el interés y el número de agentes que había», señaló una vecina, quien añadió que «si anoche los ertzainas decían que se trataba de un suicidio, no se qué hacían esta mañana revisando todo el barrio».

A mediodía de ayer, agentes de la Unidad de Policía Científica de la Ertzaintza se trasladaron desde su base en Erandio hasta Lasarte-Oria. Los vascos accedieron a la vivienda de Mujika con su instrumental y tomaron muestras y evidencias para ser analizadas con un mayor detenimiento en el laboratorio.

Investigación

Según fue transcurriendo el día, adquirió cuerpo en algunos círculos la posibilidad de que Benito Mujika hubiese sido víctima de una acción delictiva. En este sentido, algunas fuentes consultadas sostuvieron que el incendio no fue sino un intento por borrar todas las huellas del presunto acto homicida.

Al objeto de esclarecer algunas circunstancias relacionadas con esta muerte, los agentes asignados al caso intentaron reproducir las últimas horas de vida Benito Mujika y saber si acudió a su casa acompañado por alguna persona o bien si ésta pudo llegar con posterioridad.

Igualmente, intentaron conocer si el fallecido sorprendió a algún intruso en su domicilio.Vecinos consultados indicaron no haber escuchado ruidos extraños procedentes del piso del fallecido.

A pesar de estas sospechas, fuentes de la Policía autonómica vasca tampoco descartaron que la muerte de Benito Mujika Illarramendi se debiera a un acto suicidia.