

Secciones
Servicios
Destacamos
ALBERTO SURIO
Martes, 30 de septiembre 2008, 09:27
DV. No hay nada decidido ni seguro, pero la candidatura de Juan José Ibarretxe a la reelección como aspirante a Ajuria Enea refuerza con claridad en Eusko Alkartasuna la tesis de una posible coalición electoral con el Partido Nacionalista Vasco en los próximos comicios autonómicos, una cuestión sensible que genera siempre un amplio debate en el seno de la primera formación. El consejero de Justicia y Empleo, Joseba Azkarraga, abrió ayer la puerta a una alianza en las autonómicas al señalar que con la propuesta de Ibarretxe anunciada por Urkullu «se despeja una parte del camino a repetir la coalición» entre ambos partidos nacionalistas cara a las elecciones. Previamente, y a lo largo del mes de octubre, las bases del PNV deberán refrendar la propuesta de candidaturas formulada por la dirección de este partido una vez consumado un proceso de dos vueltas en las asambleas de las organizaciones locales.
Azkarraga no ocultó ayer su preferencia por esta fórmula aunque lo hizo de una forma velada consciente del delicado territorio en el que se mueve. De entrada aseguró que Ibarretxe es «un hombre de fiar y éste es un factor fundamental para llegar a acuerdos», aunque precisó que «cada formación deberá debatir lo que hacer». Eso sí, el consejero, que es secretario general de EA desde su último congreso, recordó que su partido tiene un acuerdo congresual adoptado hace dos años por el que decidió presentarse en solitario a los comicios, pero matizó que «en cada momento hay que ver si ir juntos o por separado es beneficioso para el nacionalismo del país; no es tanto sumar votos como establecer para qué se quiere llegar a una coalición».
Las palabras de Azkarraga pueden ser la espoleta de un debate interno que vuelve a abrirse en el seno de EA y que dirigentes de este partido quieren colocar en el terreno estratégico y del derecho a decidir más que en el de la política de alianzas o la clarificación ideológica. Incluso algunos cuadros de EA partidarios de presentarse en solitario a los comicios en otras ocasiones se plantean sin tapujos la conveniencia de formar una coalición electoral en marzo ante la polarización que va a caracterizar la campaña entre Ibarretxe y Patxi López. El temor de EA es que en este supuesto la dinámica de concentración de voto útil le deje un estrecho margen de maniobra diferenciado.
Ya no se trata sólo de la opción defendida por el tradicional sector guipuzcoano, que siempre ha sido partidario de acudir en coalición y que es proclive a una entente estratégica y estable con el PNV que, por ejemplo, fue descartada en las últimas municipales y forales. En esta ocasión, la reflexión abarca a un sector más amplio que engloba a una parte de la línea oficial y que considera que la defensa del derecho a decidir «frente a la ofensiva del Estado» plantea una situación de excepcionalidad política.
Se da la circunstancia de que algunos de quienes se abren a la posibilidad de una coalición son críticos con la estrategia desarrollada por el PNV y con los mensajes «ambiguos» que atribuyen al presidente del EBB, Iñigo Urkullu. Sin embargo, sostienen que la presencia de Ibarretxe -que es el principal defensor de este tipo de entente- puede ser una garantía de cotinuidad del proyecto soberanista, frente a la tentación pactista y autonomista que, en su opinión, anida en un sector del PNV. La clave residiría, en su opinión, en que la orientación del programa vaya dirigida en una dirección soberanista con claridad. «No se trata tanto de ir por ir, sino de ir para algo, de tener un objetivo claro y de avanzar hacia el mismo», opina un dirigente de EA, convencido de que «lo que no podemos hacer es desperdiciar nuestra capacidad de influencia política, que ha sido determinante en los últimos años».
Contactos con Euskaria
Sin embargo, en el seno de EA existe un núcleo importante de dirigentes que defiende presentarse en solitario para afianzar las señas de identidad propias de EA como partido socialdemócrata independentista desde el convencimiento de que «se detecta un cansancio en la sociedad» que hay que saber leer. La clave será medir si esta corriente de opinión tiene fuerza suficiente para decantar la balanza hacia la apuesta de un pacto electoral, que cuenta con notables y crecientes avales en el seno de la Ejecutiva Nacional. A la vez no se oculta el temor a que el PNV pudiera plantear problemas a la hora de negociar unas listas conjuntas y minimizar la presencia de candidatos de EA en unas futuras candidaturas.
Desde EA se mantienen al mismo tiempo contactos con algunos de los promotores de la fundación Euskaria, que aboga por la articulación de un bloque soberanista que apuesta por el derecho de autodeterminación y la no violencia. Determinados ámbitos consideran que este movimiento estaría evaluando las posibilidades de presentarse a las elecciones con una marca abertzale progresista.
El presidente de EA, Unai Ziarreta, abrirá en breve un proceso de consultas antes de plantear formalmente el debate en la Asamblea Nacional, órgano entre congresos encargado de adoptar decisiones de esta naturaleza.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.