«Bettini le comió la oreja a Valverde en carrera, le dije que no le hiciese caso, pero...»

Juanma Garate tiene 32 años y ha sido uno de los protagonistas del Campeonato del Mundo de Varese, que le ha servido para darse a conocer todavía más a nivel internacional. En 2009, su vida profesional dará un giro importante. Dejará el Quick Step para recalar en el Rabobank, donde se convertirá en la sombra de Denis Menchov en el Tour de Francia y también de Robert Gesink, el nuevo fenómeno holandés de 22 años para las carreras de tres semanas.

- ¿Qué resumen hace de la actual temporada?

- En general bueno..., más bien regular. Realicé un buen inicio de temporada en la Ruta del Sol y la París-Niza. No esperaba estar a tanto nivel en esos inicios de la campaña. En abril, como siempre, me atacó la alergia. En la Vuelta al País Vasco me arrastré. Me recuperé bastante en la Vuelta a Romandía, pero en el Giro no cumplí con los planes previstos para una carrera de tres semanas.

- Y la segunda parte de la campaña, ¿le fue mejor?

- Preparé la Vuelta a España. Antequera me dijo durante el Giro que contaba conmigo para el Mundial y por eso intenté llegar lo mejor posible a la segunda parte de la Vuelta a España. Hubo diez días en los que no andaba bien. No pasaba del umbral. Lo analicé con el médico del equipo, miramos el pulsómetro. No sé qué pasó pero estuve una semana bloqueado. Luego me recuperé y volví a coger pulsaciones.

- Fue uno de los destacados en los Campeonatos del Mundo, ¿esperaba tener una actuación tan completa?

- A nivel personal estoy contento con mi actuación, pero me he quedado con mal sabor de boca. Si corría el Mundial lo quería hacer bien, no quería quitar el puesto a nadie, no ser sincero. Dije que llegaría en buenas condiciones y llegué. Al final trabajé más de lo que debía. Hubo gente que falló y tuve que tapar huecos. Aguanté más kilómetros de los que tenía previstos inicialmente.

- ¿Qué paso?

- He leído que la escapada definitiva se produjo a cuarenta kilómetros de la meta y no es verdad. En ese punto nos fuimos Ballan, Bettini, Cunego, Valverde y Rodríguez. La tiraron abajo los belgas. A falta de veintidós kilómetros para la meta subí el repecho final en cabeza y luego me aparté.

- Bettini habló mucho durante la carrera con los corredores españoles, ¿por qué?

- Le dije a Valverde que no le hiciese caso, que no le escuchase, que nos la iba a liar. Se dirigía mucho a él. Toda la atención estaba centrada en Bettini, que es lo que él quería. Cambiaron la estrategia. «No le escuches, que te está engañando» le repetí en varias ocasiones a Valverde. Y le engañó. Cuando yo me aparté en el repecho a veintidós kilómetros de la meta y atacó Ballan, Valverde estaba muy atrás y no pudo ver el ataque.

- ¿Usted realizó una gran carrera?

- Lo hice lo mejor que sé y el trabajo que me asignaron, que era leer la carrera, organizar a la gente, intentar llegar con Freire. Lo cumplí.

- Ha corrido en Lampre, Saunier Duval y Quick Step y en 2009 se marcha al Rabobank, ¿con que idea?

- Tenía necesidad de cambiar. En el Quick Step querían hacer un equipo para carreras por etapas, pero no acabaron por hacerlo. Han fichado gente para las clásicas, para carreras de un día como Schumacher y Chavanel. Veía que no pintaba nada en el equipo, que no les encajaba en los planes. Yo soy un corredor diesel. Busqué un equipo con un líder sólido para ayudarle. En Rabobank están Menchov y Gesink.

- Cuando finalice su actual contrato tendrá 34 años, ¿será el momento de dejarlo?

- Veo a gente como Iñigo Cuesta y José Luis Arrieta, cerca de los 40 años, y me animan a seguir. Voy acumulando experiencia. Estoy más cerca de ellos que de dejarlo cuando tenga 34 años.

- ¿Está cansado del ciclismo?

- Si estuviese cansado lo dejaría. Mientras mantenga un buen nivel, seguiré. El ciclismo me gusta, lo que rodea este deporte, no. Me resulta desagradable en muchas ocasiones. Sigo teniendo ganas de cuidarme, de entrenarme.