El declive de las aguas bravas en Euskadi

En las olimpiadas de Beijing el slalom de aguas bravas vasco ha vivido uno de sus episodios más brillantes con Ander Elosegi y Maialen Chorraut. De los tres participantes con los que contó la delegación española, dos eran guipuzcoanos: el irundarra Ander Elosegi de la S.D. Santiagotarrak-Orsa, y la lasartearra Maialen Chorraut que defiende los colores del Krafft-Atlético San Sebastián. No abundaré en lo difícil que fue para España sacar plaza en tres de las cuatro categorías existentes (una plaza por país máximo) y en lo difícil que resulta ganar esa plaza cuando hay que disputársela a los palistas catalanes en su propia casa, el canal de la Seu d'Urgell. Prefiero centrarme en algo más importante: el negro porvenir que le espera al slalom vasco.

En los dos últimos años se han inaugurado en Europa tres grandes canales artificiales: uno en Leipzig (Alemania), otro en Zoetermeer (Holanda) y el tercero en Pau (Francia). Recomiendo las páginas web , y . La construcción de estos tres grandes canales demuestra el impulso que está recibiendo este deporte en otros países. En España se ha construido recientemente un pequeño canal en Cuenca; en Calasparra (Murcia) hay proyectado uno; en Zaragoza acaba de terminarse otro aprovechando la Expo; en Cistierna (León) hay interés en construir otro y lo último que suena -y no he podido contrastar- es Sevilla. Ya no es que los palistas extranjeros cuenten con más infraestructura, es que los de otras autonomías lo van a tener infinitamente más fácil que nosotros en 5-10 años. Mi sensación y la de muchos es que el dominio que hemos ejercido guipuzcoanos y catalanes en la modalidad se acerca a su final. Por lo menos, los catalanes tienen su canal y excelentes ríos en el Pirineo leridano; ellos aguantarán. Nosotros no.