El Arrate cumplió correctamente con sus últimos deberes

DV. La mejor lectura que puede sacar el Arrate del paso del Cuenca 2016 por Ipurua es la consecución de los dos nuevos puntos, que le alejan definitivamente de la zona baja y le permiten comenzar a pensar en adentrarse en la zona media, al cierre de la primera vuelta.

Logró anotarse el triunfo, al final, por la mínima (24-23) sin desplegar un excelente juego. El Arrate le puso corazón y ganas, pero la cabeza no le acompañó. Esto originó que la renta de seis goles que llegó a tener dentro de los últimos diez minutos de juego resultara insuficiente para llevarse la victoria sin apuros.

Los de Julián Ruiz volvieron a protagonizar un paupérrimo final, al igual que ocurrió la semana pasada en Antequera, aunque en aquella ocasión el precio que tuvieron que pagar fue la pérdida de un punto. Esta vez el triunfo no llegó a peligrar tanto, ya que el Cuenca 2016 logró anotar su último gol a falta de tres segundos.

El Arrate no salió lo suficientemente concentrado a la cancha. Prueba de ello es que fue incapaz de anotar un solo gol en juego en el primer cuarto de hora. Sus primeras cuatro anotaciones se produjeron desde la línea de los siete metros.

De salida concedieron una ventaja de tres goles a su rival. Parecía que se veían superiores. Sin embargo, no fueron capaces de igualar la contienda hasta a falta de cinco minutos de la primera mitad (8-8, min.25). En este intervalo lograron desplegar su mejor juego, lo que les permitió pasar a mandar en el luminoso (11-9, al descanso).

En la reanudación, volvieron a pecar de salida, aunque con el transcurso de los minutos supieron reconducir la situación.