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BENITO URRABURU |
Viernes, 2 de enero 2009, 10:14
Su última carrera fue el 21 de septiembre, el Campeonato del Mundo de fondo en carretera. Desde entonces no se ha movido de casa. Estuvo cuarenta días sin hacer nada, sin coger la bicicleta: «Me gusta desconectar totalmente de la bici cuando termino, olvidarme de todo. Este año no me he movido de Hondarribia. Mi mujer tenía trabajo. Todo los años hago lo mismo. Me viene bien sicológicamente, aunque este año no he descansado mucho».
Comenzó a entrenar el día ocho de noviembre. Lleva dos concentraciones con su nuevo equipo, Rabobank, en las que le han marcado los planes del grupo. Se ha encontrado un grupo «muy serio, muy profesional, muy ordenado, en el que todo está programado al milímetro. En octubre estuvimos tres días reunidos para hacer pruebas de esfuerzo, fotografías. También fuimos a ver los Seis Días de Amsterdam».
En diciembre se juntaron en la localidad alemana de Eifel «para hacer esquí de fondo, gimnasio, para convivir. Allí hablé con el preparador del equipo, Louis Delabraije, que es también uno de los directores, y que será quien lleve mi preparación. En Quick Step también era el equipo quien la llevaba. Yo lo prefiero. Así manejan todos los datos».
En Alemania realizaron una salida en mountain-bike: «Comenzaba a nevar y allí no protestó nadie. Nos metimos tres horas de bicicleta. Hay mucha disciplina».
En el apartado de la preparación, después de diez años de profesional, Juanma Garate tiene ya un sistema muy concreto que apenas le han variado: «Yo le expliqué lo que venía haciendo y apenas sí hemos cambiado alguna cosa. No ha habido un cambio drástico. Se trata de hacer calidad, algo más de velocidad, lo que a mí me vendrá bien puesto que yo había perdido algo con los años».
Garate debutó en profesionales con el equipo Lampre (estuvo cinco temporadas con los italianos), en el que tuvo que trabajar para Gilberto Simoni. Luego se marchó un año al Saunier Duval. En Quick Step ha cubierto tres temporadas.
Como él dice, «voy a volver a mis orígenes, tal y como empecé, trabajando para un líder». Su llegada a Rabobank fue curiosa. Habló con su manager, le dijo lo que quería y aparecieron los holandeses: «Estudié un poco el mercado, vi a que equipo le podía interesar un corredor de mis características y surgió la posibilidad de Rabobank».
Tiene las ideas muy claras: «Me estaba poniendo un nivel de exigencias muy alto, igual por encima de mis posibilidades, y veía que no llegaba. Me dije que si como líder no funcionaba, sí que podía estar al lado de uno hasta el final de muchas etapas para ayudarle. Eso te permite correr sin tanta presión, intentar estar con los quince últimos corredores que se quedan al final en muchas etapas. Poder hacer ese trabajo en un Tour es gratificante».
En Rabobank tiene dos corredores a los que apoyar. El primero es Denis Menchov, en el Tour, y el segundo, Robert Gesink, en la Vuelta a España: «Tendré también mis momentos a principios de temporada».
Los calendarios no sufren grandes variaciones aunque se cambie de equipo puesto que si el objetivo final es correr el Tour las pautas que se marcan son muy parecidas: «Comenzaré a correr en Mallorca. Luego estaré en Almería, Murcia, Tirreno-Adriático o París-Niza, Vuelta al País Vasco, aunque siempre tengo problemas por las alergias en esa época, y Lieja-Bastogne-Lieja».
Mejorar en inglés
Después de esa clásica se concentrará con el grupo de corredores que pueden correr el Tour en Sierra Nevada: «En esas primeras carreras tendré una cierta libertad. Me gustaría hacer una buena París-Niza».
Antes del Tour correrá Dauphiné Liberé y Vuelta a Suiza. Terminó 2008 con 97 días de competición y 31.000 kilómetros, «que son muchos. Quick Step es un equipo en el que se corrían bastantes pruebas». En Rabobank se ha encontrado con Pedro Horrillo, Óscar Freire, Denis Menchov y Juan Antonio Flecha.
«Les conocía a todos. Con Freire coincidí en aficionados y con Flecha en algunas carreras guipuzcoanas. El problema es que me junto con ellos y no hablamos en inglés, por lo que pediré que me pongan en la habitación con algún compañero que hable inglés» nos explicaba el irundarra, que la próxima semana tiene la presentación del equipo.
Aunque la ropa de Rabobank sólo la ha podido estrenar desde ayer, día uno de enero, lleva ya un cierto tiempo con una nueva bicicleta, Giant, a la que se está acostumbrando: «La posturas son algo diferentes y hay que tener cuidado. Llevo ya unos tres mil kilómetros con ella y parece que no tengo mayores problemas».
Todos los ciclistas suelen tener una cierta precaución cuando cambian de material. Con 32 años, Garate no piensa que éste pueda ser su último contrato como ciclista profesional. «Llevo nueve años y cuando finalice con Rabobank tendré 34 años. Entonces será el momento de decidir lo que hago. Dependerá de muchas cosas».
A mediados de enero se va a concentrar todo el Rabobank en Mojácar (Almería) buscando el buen tiempo y la convivencia entre corredores que proceden de lugares muy distintos, con mentalidades muy diferentes.
«Es algo que no me preocupa. Yo siempre he corrido en formaciones extranjeras y no he tenido ningún problema. Te haces rápido y más cuando llevas ya muchos años de profesional».
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