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Haimar Zubeldia con sus nuevos colores del Astana. / DAVID APREA
Haimar Zubeldia: «No me preocupa tener que cambiar mis planteamientos»
CICLISMO | NUEVOS COLORES

Haimar Zubeldia: «No me preocupa tener que cambiar mis planteamientos»

BENITO URRABURU

Viernes, 2 de enero 2009, 09:48

Los 31 años son una buena edad para cambiar de vida. Es lo que ha hecho Haimar Zubeldia de cara a las dos próximas temporadas. Ha dejado su equipo de siempre, Euskaltel-Euskadi, para firmar con el Astana de Alberto Contador, Lance Armstrong, Andreas Klöden y Levi Leipheimer.

«Cuando surgió la oportunidad de ir al Astana ni me lo pensé», nos explicaba el corredor usulbildarra, que afirma con rotundidad que «todo lo que soy como ciclista se lo debo a Euskaltel-Euskadi. Ha sido un cambio grande en todos los sentidos, empezando por la forma de trabajar, la organización que tienen».

A nivel personal el cambio no ha sido tan llamativo puesto que «conocía a bastante gente dentro del equipo, Contador, Noval, Rubiera, Valentín Dorrosoro o Kepa Zelaia. Estás en una formación extranjera pero con gente de casa que es con quien yo hacía grupo en la concentración de Tenerife. Eso te ayuda mucho».

La oportunidad que se le presentó de cambiar no la desaprovechó: «Es algo que tenía pensado. Llevaba mucho tiempo en el mismo equipo, quería probar algo nuevo. Es una situación normal que yo creo que es buena para las dos partes. Hacía mucho tiempo que no me veía con tantas ilusiones. Fuí muy claro con Euskaltel. Les dije que mi intención era cambiar de equipo. La decisión la tenía tomada desde hace tiempo».

Ha pasado once años en Euskaltel: «Es mucho tiempo. En cierta medida te acomodas, te estancas. A nivel de ilusión me encuentro como en el 98, cuando debuté. Es otra forma de afrontar la temporada, de entender el ciclismo».

El cambio es importante, sobre todo a nivel de mentalidad, algo que no le preocupa: «Paso de estar en un equipo en el que era uno de los líderes a otro en el que tendré que trabajar para determinados corredores con la obligación de ganar. En algunos momentos también tendré alguna oportunidad».

La relación final con Euskaltel ha sido buena: «Dos no se enfadan si uno no quiere. Siempre estaré agradecido a Euskaltel, a Miguel Madariaga, que se ha portado muy bien conmigo. Valoro todo lo que me han ayudado. No he tenido ningún problema».

A nivel de calendario, Haimar estará pegado literalmente a Alberto Contador: «Hago el mismo calendario que él. Si finalmente no se hace Valencia iremos a Cerdeña o bien correremos Haut-Var, G.P. Chiaso y G.P. Lugano. Luego Castilla-León, Vuelta al País Vasco, Flecha Valona y Lieja-Bastogne-Lieja y Romandía. Antes del Tour estaré en la Volta y el Dauphiné Liberé».

Con ganas de seguir

Tendrá un descanso después de la Vuelta a Romandía. «Me gustaría estar bien en la Vuelta al País Vasco». Hasta el uno de febrero no volverá a ver a sus nuevos compañeros, en Santa Rosa (Calfifornia). A mediados de diciembre estuvo entrenando en Gandía para huir del mal tiempo que hacía en Euskadi.

Su llegada al Astana ha coincidido con la vuelta de Armstrong a la competición: «Se le veía que hacía todo lo posible por integrarse en el equipo y se le notaba que estaba entrenado, musculado de medio cuerpo hacia arriba». Si algo le llamó la atención a Haimar fue «la forma de ser de Andreas Klöden. Tenía otra idea de él. Me encontré a una persona muy abierta, alegre».

Cuando finalice el contrato que que ha firmado tendrá 33 años. Será el momento de decidir qué es lo que va a hacer: «Tengo ilusión, ganas de entrenar. No me cuesta nada salir en bicicleta. Veremos como estoy entonces».

De ser durante muchos años el líder de Euskaltel-Euskadi va a pasar a tener que trabajar para otros corredores: «No me preocupa tener que cambiar mi forma de afrontar el Tour. Para eso me han fichado». En un equipo rodeado de figuras, el problema podría surgir a la hora de tener que trabajar en el Tour.

«Hay un grupo de corredores definido para esa prueba. No veo problemas para trabajar en favor de un líder. No sé quiénes lo correremos, pero los primeros en tener que trabajar seremos Vaitkus, Noval, Paulinho, yo y Popovych. Luego estarán Klöden y Leipheimer. Entre Contador y Armstrong decidirá la carretera quién es el más fuerte. Todos sabemos para qué nos han fichado y qué espera el equipo de nosotros, al menos en el Tour». Pesa en estos momentos 71 kilos, «dos más que mi peso en forma. No quieren que baje más, que llegue muy fino al Tour».

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