«En una gasolinera nos dijeron: 'Sois un equipo de rock, ¿no'? Y nos gustó»

L a entrevista, como otras tantas veces, fue en el Aratz. El día en que en Venecia habían encontrado el cadáver de una mujer vampiro. La víspera de la luna llena. La jornada en la que los judíos celebran la fiesta del Purim, su Halloween propio e intransferible. La charla se publica hoy, viernes y 13. Ellos actúan mañana, festividad de Santa Matilde, reina, viuda, capitana de los guerreros sajones y nunca canonizada oficialmente. Lobo Eléctrico no es nuevo en esta plaza. Han tocado en medio mundo. Desde en el casino de Mendigorría hasta en el Japón.

- En vuestro myspace.com/loboelectrico os definen como rock/punk/psychodelic. Me da que sois mucho más que eso. Más místicos, líricos, épicos y oscuros...

- Venimos de muchos grupos y de muchas historias. De Bukaera, Ruido de Rabia. De Tortura Sistemática. De Teen Dogs y Safety Pins. Actuamos por primera vez en Tolosa el año 2000. Hemos vivido cientos de sin que ninguna se parezca a la siguiente, a la anterior o a la de mañana en DOKA porque cada concierto es irrepetible. Alguna vez, en el CD , hemos tenido la colaboración de auténticos como Arturo Ibáñez de Nuevo Catecismo Católico...

- Vale, vale. Eso es información de blog. Ahí os definen como cercanos al Glam Rock, The Stooges y AC/DC pero a mí me sonáis a...

- ¡Erotic Rock'n'Roll! ¿A que sí? Lo que pasa es que cuando abres un espacio en myspace, las opciones para autodefinirte no son ilimitadas, así que tuvimos que jugar con rock/punk y psychodelic. Tampoco es que nos importe demasiado eso de clasificarnos o calificarnos. Puede que intuir lo que somos con un sello deje más tranquila a la gente. A nosotros, las definiciones nos parecen como verjas, como alambradas. Y pensamos que las murallas están para eso, para...tirarlas. Puestos a decir o que digan algo de nosotros, lo que más nos gusta es lo que nos soltaron en una gasolinera.

- Os llamarían de todo: góticos, siniestros, satánicos...

- No por cierto. Además, tampoco íbamos especialmente. Ni con los instrumentos. Y sin embargo, el gasolinero nos soltó: «Sois un equipo de rock, ¿verdad?». Y nos pareció el súmmum.

- Así, además: 'equipo' y no 'banda' o 'grupo'.

- No, no. , equipo. Por eso nos fascinó. Somos un equipo. Jugamos el mismo juego pero cada uno tiene la libertad máxima de jugarlo a su manera, hacerlo propio para que luego en el escenario todos disfrutemos de ese juego, conectando las distintas maneras de interpretarlo.

- ¿Y el público?

- Si viene en plan 'a ver cómo lo hacen estos', no disfrutará. Pero si se arrima a jugar y mutarse con nosotros, gozará. Nos gusta el público inesperado. El del casino de Mendigorría. El de Japón. Existe una conexión más allá de las palabras, la conexión de los mutantes. Tiene algo que ver con el lado juglaresco de la música.

- Lobos juglares... fuerte.

- O lobos trovadores. Van de un lado a otro cantando o contando sus historias. Conectan con seres de todo el mundo porque se comunican a través de pasiones, goces, miedos, sonidos muy elementales, atávicos, que están dentro de todos nosotros. tanto aquí como en Inglaterra, Holanda o Alemania. Donde también hemos estado.

- Habéis tocado en sitios donde otros mil grupos ni siquiera sueñan con hacerlo. ¿Cómo lo lograstéis? ¿Contactos? ¿Gente que os oye en Internet? ¿Os llaman?

- ¿Y por qué esperar a que te llamen? Puede que ése sea el gran error. Mejor que tú pongas la maquinaria en marcha. ¿Quieres tocar en Japón? Pues ese deseo crea las circunstancias propicias. Es el lado mágico de la música.