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PILAR ARANGUREN
Sábado, 28 de marzo 2009, 11:14
DV. La Caja Gipuzkoa San Sebastián, Kutxa, ha decidido ponerse manos a la obra para atender a los ciudadanos más afectados por la crisis. De hecho, su presidente, Xabier Iturbe, señaló ayer ante la Asamblea General de la entidad, que la caja sostiene un «compromiso firme» con dichas personas. Compromiso que se traduce en una serie de medidas. La más llamativa es la creación de un fondo de ayuda a segmentos de la población con recursos limitados y que tengan dificultades para atender el pago de la hipoteca.
También se podrán beneficiar de estas ayudas las personas de la tercera edad que requieran adaptar sus viviendas. El fondo, que se creará a cargo de la Obra Social, se encuadra dentro de un paquete de medidas, cuya dotación total será de 12 millones, ampliables a quince. En este paquete se incluyen las ayudas para el Centro de Deporte Adaptado, que se ubicará en La Concha, y para la Fundación Goierri.
Se cubren así dos colectivos que están siendo golpeados con fuerza por la crisis económica. De hecho, la plataforma de consejeros Banatuz, afín a la izquierda abertzale, solicitó en la Asamblea la creación de un fondo especial a través de la Obra Social para ayudar a los clientes que tengan un crédito hipotecario y se encuentren en situación de desempleo o estén afectados por un Expediente de Regulación de Empleo.
Además de este fondo, que tendrá carácter de atención social, la caja anunció ayer el lanzamiento de un nuevo producto comercial, denominado , dirigido a las familias con dificultades, para financiar la parte del préstamo hipotecario a la que no pueden hacer frente mediante la concesión de un nuevo crédito.
El nuevo producto de Kutxa, que tendrá el mismo tipo de interés que el crédito original, financia la parte de la cuota de la hipoteca que no puede pagar el cliente y podrá ser empleado cuando las posibilidades actuales de modificación del préstamo hipotecario, como ampliaciones de plazo o inclusión de carencia de amortización, no reduzcan la cuota lo suficiente para que el titular del crédito pueda hacer frente al mismo.
Se trata, pues, de una «solución de continuidad» consistente en «un nuevo crédito hipotecario con una segunda hipoteca sobre la vivienda del préstamo original», que tiene un máximo de tres años de carencia de amortización, tiempo que la entidad financiera estima «suficiente» para que la situación económica pueda ser más favorable y permita a la unidad familiar recuperar su nivel de ingresos.
Para acceder a este nuevo producto, el crédito original debe estar destinado a la adquisición o rehabilitación de una primera o segunda vivienda y todos los intervinientes en la primera hipoteca, incluidos los avalistas, deberán firmar la nueva escritura ante notario.
Además de estas medidas anticrisis, el nuevo director general de Negocio de la Kutxa, Fernando Martínez-Jorcano, desgranó las previsiones para este año, que ya fueron adelantadas por DV en la entrevista realizada tras su nombramiento.
Un 9,7% más de beneficio
La caja prevé incrementar este año sus resultados un 9,72%y llegar a los 155,3 millones. El año pasado cerró con 140,9 millones, lo que supuso una reducción del 34,5%.
Por su parte, los recursos administrados crecerán un 4,33%, mientras que la inversión crediticia aumentará un 4,23%, la mitad que en 2008, que fue del 9%. La tasa de morosidad alcanzará el 3,03%, frente al 1,87% del ejercicio anterior.
El director del Area Social, Carlos Ruiz, anunció que la caja invertirá este año un total 86,9 millones de euros en Obra Social frente a los 84,4 del año anterior. Así, aunque la dotación de la Kutxa a este apartado se reduce en 14,7 millones al disminuir el año pasado los beneficios, la inversión aumenta, ya que incluye la dotación más los ingresos que genera la gestión. Ingresos que este año han aumentado de forma significativa con la venta del Oncológico, que ha supuesto 16 millones. Con todo, cabe destacar, que la Kutxa ha aumentado del 25% actual al 27% la dotación a Obra Social.
Xaber Iturbe, que desgranó los objetivos del Plan Bai, plan de gestión de Kutxa para los próximos tres años, destacó que la entidad mantiene su calificación de rating (A+/A1), mientras que otras entidades los ven reducidos.
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