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VASCO PRESS | BILBAO |
Martes, 30 de junio 2009, 21:58
Los obispos vascos celebrarán el 11 de julio en Vitoria una misa conjunta en memoria de los catorce sacerdotes católicos vascos que fueron ejecutados durante la guerra civil (1936-39) por el bando franquista, y que por ser víctimas de los vencedores de la contienda fueron "ignorados y relegados al silencio".
El obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, el obispo auxiliar de la misma diócesis, Mario Iceta, el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, y el de Vitoria, Miguel Asurmendi, firman un mensaje en el que anuncian su intención de cumplir con el "deber pendiente" de "purificar la memoria" de aquellas víctimas olvidadas para "servir a la verdad" y "pedir perdón".
En su misiva, los prelados vascos recuerdan que la guerra "provocó muchos muertos, desaparecidos, encarcelados y desterrados" y que la comunidad eclesial "no fue en absoluto ajena al sufrimiento", pues "a numerosos laicos, religiosos y presbíteros les fue arrebatada la vida; muchos otros sufrieron represalias y pérdidas irreparables". En la entonces única diócesis de Vitoria, señalan "fueron más de setenta los sacerdotes y religiosos ejecutados en los territorios controlados por uno u otro bando".
En este sentido, quieren traer a la memoria a todas las personas que fueron asesinadas "víctimas de odios y venganzas", pero de "modo especial" a los sacerdotes que "habiendo sido ejecutados por los vencedores, han sido relegados al silencio".
Se trata, en concreto, de Martín Lecuona Echabeguren, Gervasio Albizu Vidaur, José Adarraga Larburu, José Ariztimuño Olaso, José Sagarna Uriarte, Alejandro Mendicute Liceaga, José Otano Míguelez C.M.F., José Joaquín Arín Oyarzabal, Leonardo Guridi Arrázola, José Marquiegui Olazábal, José Ignacio Peñagaricano Solozabal, Celestino Onaindía Zuloaga, Jorge Iturricastillo Aranzabal y Román de San José Urtiaga Elezburu O.C.D.
Estas personas, critican, "no contaron con una celebración pública de exequias" y no figuran ni en el Boletín Oficial ni en el registro diocesano de sacerdotes fallecidos, así como tampoco en los libros parroquiales correspondientes.
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