Bidasoa

DV. Tercera temporada en División de Honor Plata para el Bidasoa-Irun, que intentará que no se noten las ausencias de cinco de los titulares de la pasada temporada. El cambio de cromos del verano deja en Irun un álbum muy rejuvenecido, con mucha gente de la casa y sólo tres extranjeros, los tres lituanos.

El Bidasoa-Irun, por calidad y por historial, debería estar luchando por el ascenso, pero Aitor Etxaburu sabe que «nuestro objetivo, y es ambicioso, es intentar entrar en el play-off de ascenso». El primero subirá directo y los cuatro siguientes lucharán por la otra plaza en la Asobal.

La segunda categoría ha cambiado notablemente, por lo que Etxaburu no se aventura a realizar un diagnóstico exacto. Para el ascenso, el eibartarra toma en cuenta «al recién descendido Teucro, a equipos que se han reforzado mucho como Guadalajara, Anaitasuna, Huesca y Puerto Sagunto, y también a Pozoblanco y Barakaldo, que siempre están ahí».

Precisamente contra el equipo vizcaíno será el debut de los bidasotarras, el sábado a las seis y media en Artaleku. Allí se verán las caras dos conceptos completamente distintos: Juventud e inexperiencia frente a veteranía y saber estar. Por lo tanto, complicada pista de aterrizaje para los amarillos tras una pretemporada en la que la mayor preocupación ha sido conjuntar las piezas. Etxaburu afirma que «ese trabajo no se completa en pretemporada y esperamos que el equipo vaya creciendo con el paso de las semanas, pero habrá que tener paciencia».

Siete caras nuevas

El Bidasoa-Irun tiene siete fichajes, la mayoría con trazas de titulares. Hablamos del pivote Mindaugas Tarcijonas, el central Aidenas Malasinskas y el lateral Rolandas Bernatonis, todos ellos lituanos, del portero arrasatearra Aitor Txabarri y dos fichajes estatales que conocen la categoría como son el lateral asturiano Pablo Fernández y extremo derecho el alicantino David Jiménez. En la otra punta está el irundarra Gorka Wamba, que regresa tras su paso por el Hondarribia.