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IÑIGO ARISTIZABAL
Martes, 6 de octubre 2009, 04:04
IRUN. DV. Confirmado. Lo sucedido frente al Puerto Sagunto fue el borrón que hasta el mejor escribiente puede echar. El Bidasoa-Irun había tenido pesadillas tras el 22-37 de hace diez días en Artaleku pero ya no le remuerde la conciencia, tras derrotar 22-25 al Adelma santanderino. Claro, que tampoco puede dormirse en los laureles, porque su primera victoria llegó en la cuarta jornada y frente a un colista que todavía no ha sumado. Curiosamente, esa circunstancia convertía en muy peligroso al Adelma, que estaba obligado a puntuar. Pero esos puntos se fueron hacia Irun gracias a, sobre todo, una gran primera parte de los bidasotarras. Renta de siete goles Con un Bernatonis muy acertado en el arranque, el marcador siempre sonrió a los amarillos, que se aplicaron en defensa y tuvieron la gran aportación del portero Aitor Txabarri, con más de una docena de intervenciones y por encima del 50% de acierto. Con estas premisas, el Bidasoa-Irun se permitió el lujo de ir ganando por cinco goles en varias fases de la primera mitad, después de cambiar el 7-8 por el 7-12 con un parcial de 0-4. Y, en la segunda, la ventaja de los de Aitor Etxaburu llegó hasta los siete goles (13-20). Si hasta entonces el Adelma había probado varias defensas, las dobles y triples mixtas fueron las que le dieron resultado, ya que con ellas pudo contener el ataque amarillo. Los cántabros, entrenados por el ex bidasotarra Juan Domínguez, se pusieron a dos goles, pero no pudieron completar la remontada y el Bidasoa-Irun se impuso por 22-25, logrando así esa primera victoria de la temporada. Bien Txabarri y Otegi Uno de los aspectos positivos, además de conseguir los dos puntos, estuvo en la portería, con la aportación de Aitor Txabarri y también la de Urtiz Otegi, cuando el primero sufrió un golpe. Otegi salió a pista y siguió la tendencia de Txabarri, siendo también clave en la victoria. No reviste gravedad, pero sí es más seria, la lesión de Aidenas Malasinskas, con un fuerte esguince de tobillo que probablemente le impedirá jugar el próximo partido. El central lituano se lesionó a falta de quince minutos, pero el Bidasoa-Irun se manejó bien y también cuando perdió a Pablo González por triple exclusión, casi con el partido acabado. Dos seguidos fuera El Bidasoa-Irun no vuelve a Artaleku, sino que el próximo fin de semana volverá a coger el autobús. Será para uno de los viajes más cortos de la temporada y de los que gustan a los aficionados más animosos. En la quinta jornada liguera, el Bidasoa-Irun visitará al Villa de Aranda, de Aranda de Duero, equipo que también cuenta con tres puntos en la clasificación. Será el sábado, a las siete de la tarde.
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