Un buitre en la ciudad

DV. Los buitres son cada vez más osados. Ayer, un ejemplar de la familia de los leonados no tuvo reparo alguno en posarse en un balcón del barrio donostiarra de Amara. La sorpresa fue mayúscula entre los vecinos de la plaza de Irun que vieron cómo el ejemplar, tras volar a baja altura, ponía sus garras en la barandilla de una vivienda situada en el chaflán de las calles Isabel II y Balleneros.

El hecho fue puesto en conocimiento de la Guardia Municipal. Cuatro agentes se desplazaron al lugar y capturaron al buitre que fue trasladado al centro Arrano Etxea, en Igeldo. Fuentes municipales precisaron que se trata de un ejemplar joven, posiblemente procedente de la colonia de Peñas de Aia, que casi con toda seguridad se habría desorientado.

El pasado 26 de septiembre otro buitre se posó en el paseo de La Concha y con anterioridad, también un individuo entró en una tienda en Beasain.

La Diputación de Gipuzkoa explicó recientemente que, en su opinión, es hora ya de que se estudie la conveniencia de poner límites a la población de buitres. En la institución foral entienden que el futuro de la especie está garantizado y que «habría que empezar a controlar el número de individuos». Rafael Uribarren, diputado foral de Desarrollo del Medio Rural, cree que la presencia de estas aves empieza a ser «masiva» y considera que «sería conveniente» que se estudiara una fórmula para controlarla.

Pese a que se trata de una decisión que compete al Gobierno Vasco, la Diputación se muestra dispuesta a defender esta postura. «El objetivo no es otro que conseguir que en algunas zonas no se desorbite el número de individuos».