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MARIAN GONZALEZ
Martes, 13 de octubre 2009, 04:49
DV. Quien le iba a decir a Maribel Elorza hace 8 años, que la campaña de solidaridad que organizó tras enterarse de la situación de pobreza que padecían en José C. Paz, localidad que acababa de hermanarse con Oñati y del que su tío fue fundador, iba a ser el germen de una ONG, Hermansoloña (Hermanamientos solidarios de Oñati) que acaba de constituirse oficialmente aunque lleve trabajando intensa y desinteresadamente desde el año 2001.
El flujo solidario que despertó aquel hermanamiento no para y la mejor prueba de ello es el container número 25 que esta semana saldrá al otro lado del Atlántico con juguetes, ropa, calzado, medicinas, libros...
«El hermanamiento se realizó por razones históricas», explica el coordinador del proyecto José Antonio Urteaga, «por el papel de Altube en la fundación de la ciudad. En aquel momento desconocíamos la situación económica y social de José C. Paz, con el índice de pobreza más alto de toda la provincia de Buenos Aires» explica. «Tras el primer container, vino el segundo. Pedimos una vez más la colaboración al pueblo de Oñati y éste volvió a responder».
Así que desde hace ocho años el grupo oñatiarra de ayuda a Argentina, ahora rebautizado como Hermansoloña, se vuelca para hacer felices a muchos "hermanos" argentinos.
Su esfuerzo solidario es continuo, y como querían involucrarse en proyectos más importantes, que exigían un estatus jurídico propio, se han constituído en ONG. El registró se oficializó el pasado 31 de agosto, e incluso ya han recibido una primera ayuda por parte del departamento de deportes y acción exterior de la Diputación.
Hace algún tiempo que les venía rondando en la cabeza la idea de dar un nuevo impulso a la fundación San José Providente de José C. Paz que diariamente da de comer a más unos 300 niños, y han decidido dar un paso al frente e impulsar el proyecto Nazaret. Se trata de promover un taller de formación, huertas e infraestructuras deportivas.
Además quieren ayudar a construir una residencia para inválidos, «tenemos ganas de trabajar, lo hacemos a gusto, y al convertirnos en ONG podremos ayudar a más gente» explican.
Un ejemplo de solidaridad
Una treintena de personas recoge, clasifica y envía las donaciones de los oñatiarras con la ciudad hermana. En José C. Paz, otro grupo de igual calidad humana, que pivota entre la Fundación San José Providente y la Euskal Etxea Toki Eder se encarga, con el máximo rigor y eficacia, de distribuir la ayuda oñatiarra entre los que carecen. «Nada se pierde en el camino, sólo enviamos lo que necesitan, género digno y de calidad» afirma Urteaga.
Los componentes del grupo oñatiarra se reúnen los miércoles y jueves y dedican cuatro horas semanales a recoger, clasificar y poner orden en las donaciones que los oñatiarras han venido depositando a lo largo de la semana en el container blanco instalado en Bidabarrieta y en el local.
Son gente con vocación solidaria que se junta con otros con sus mismas inquietudes y que, con el apoyo del Ayuntamiento y de múltiples particulares, comercios, entidades y asociaciones del tejido social, empresarial y humano oñatiarra, han sido capaces de pasar de las palabras a los hechos, con pautas profesionales de gestión, como parte de una labor colectiva asumida por todo el pueblo, que, a partir de un hermanamiento originado por la circunstancia de que José C. Paz fuera fundado en 1891 en los terrenos de Villa Altube con el aporte del oñatiarra José Vicente Altube, ha sabido dotar de contenido a esta relación y convertirla en un instrumento eficaz de solidaridad que llega a unas diez mil las familias.
El número 25
El container número 25 está punto de poner rumbo al continente americano. La carga, partirá esta semana, desde el puerto de Bilbao, para realizar una travesía marítima de unos 25 días, aunque no llegará a su destino hasta dentro de unos dos meses, para Navidad, porque los palés se retienen en la aduana. S
erá el cuarto envío de este año, lo que demuestra el ingente trabajo que se realizan los voluntarios y la solidaridad de los oñatiarras. Y es que mucha gente se ha habituado ya a llevar la ropa y otros utensilios en buen estado que ya no utilizan al container blanco de Bidebarrieta porque saben que llegará a gente que realmente lo necesita.
La Fundación del pueblo hermano en José C. Paz desarrolla proyectos y programas específicos relativos a la infancia, niñez y adolescencia en distintas parroquias, y en la actualidad el albergue infantil atiende a 270 niños con problemas carenciales, abusos, destrucción familiar y abandonos.
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