El Bidasoa sigue sin conocer la derrota en sus salidas

Cuatro puntos tiene el Bidasoa-Irun en su casillero después de cinco jornadas y los cuatro los han conseguido lejos de Artaleku, en Pontevedra (uno), Santander (dos) y, el pasado fin de semana, en Villa de Aranda (uno). En casa las presencias se cuentan por derrotas, ante equipos más potentes como el Barakaldo y el Puerto Sagunto. Esta solvencia fuera de casa es plausible, pero ahora a los irundarras les toca confirmar su buen momento en Artaleku, donde el sábado recibirán al Angel Ximénez de Puerto Genil, un equipo que sólo ha sumado un punto pero ha perdido tres partidos por pequeñas diferencias. La cita será a las ocho, ya que el Real Unión juega a las seis en Gal y se quiere evitar la coincidencia de horarios para que así los aficionados irundarras tengan la posibilidad de acudir a los dos eventos. Punto en Aranda Para los irundarras, la cita de Aranda se presentaba complicada sin el lesionado Aidenas Malasinskas y además Pablo Fernández se lastimó en el calentamiento y no pudo jugar. Pese a esos contratiempos, el Bidasoa-Irun aprovechó la inspiración de Bernatonis para poner un 0-5 de inicio, con cuatro goles del lateral lituano que estuvo muy acertado y acabó el partido con once goles. Pero no iba a ser todo tan fácil, pues el Villa de Aranda apretó como suele en defensa y no tardó mucho en nivelar el duelo. Curiosamente, no fue con el pegajoso _4-2 que tanto gusta a los naranjas, sino con un 6-0 y con la contribución de su portero. Tras el 13-13 del descanso se torcieron las cosas (19-16), pero Iker Antonio y Bernatonis lograron enderezar el rumbo e incluso el Bidasoa se colocó por delante en el marcador (20-21). En el tramo final, los dos equipos pudieron ganar y perder, por lo que tuvieron que dar por justo el empate. Esfuerzo del grupo Aitor Etxaburu elogió «el trabajo de todo el equipo, que se esforzó al máximo a la vista de las ausencias que teníamos». Además de no poder contar con Malasinskas ni Fernández, en los últimos quince minutos tampoco jugó Peciña, por lo que el resto se tuvo que multiplicar. El entrenador bidasotarra recuerda que «impusimos nuestro ritmo y aprovechamos el contraataque. Pero también hubo fases en las que dominó el Aranda». Valora «muy positivamente el punto conseguido. A pesar de llevar la iniciativa en el primer tiempo, después tuvimos problemas para mantener el ritmo físico, pero nuestros jugadores demostraron mucho sacrificio». Además, «gente que no había participado mucho, como Ander Gordo o David Rincón, respondieron muy bien a un encuentro de mucha dificultad». Otro aspecto positivo es que «Iker Cambronero se está asentando en el equipo y en la categoría». De cara al próximo partido, Etxaburu espera poder recuperar a Malasinskas y Peciña, pero el concurso de Pablo Fernández, con una microrotura de fibras, está casi descartado.