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JUANMA VELASCO
Miércoles, 28 de octubre 2009, 10:31
DV. Las incertidumbres sobre el futuro del aeropuerto y de los terrenos colindantes se van despejando. La solución adoptada por el Ministerio de Fomento para ampliar el aeropuerto de Hondarribia afectará a tres viviendas, un pabellón industrial y a un entorno que en la actualidad se destina a varadero. Para ello, está prevista ya una partida de 4,5 millones de euros destinada a las adquisiciones de estos terrenos.
Estos y otros detalles aparecen reflejados en el documento del proyecto de ampliación del aeropuerto de Hondarribia, elaborado por la Dirección de Planificación e Infraestructuras de Aena, al que ha tenido acceso DV. Esta solución, consensuada con el Gobierno Vasco y que cuenta con el respaldo de Diputación de Gipuzkoa y los ayuntamientos de San Sebastián e Irun - el de Hondarribia es crítico-, permitirá adecuar el aeródromo hondarribiarra a las normas de seguridad de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y mantener la operatividad actual del aeropuerto.
En líneas generales, el proyecto, pendiente de las correcciones medioambientales, consistirá en prolongar la infraestructura 150 metros hacia el barrio de Mendelu y otros 50 en la cabecera que da al mar. Se adecuarán 150 metros en cada extremo destinados a franjas de seguridad. La pista operativa pasará de los 1.754 metros actuales a 1.650 metros.
En total se prevé una inversión de 15,35 millones de euros sufragados por el Ministerio de Fomento. Las obras comenzarán en el plazo de dos años y estarían listas para mediados de 2014. El pasado mes de septiembre, Aena comenzó la modificación del actual plan director vigente -el que reducía la operatividad de la pista- para añadir esta solución.
Un puente pista
Según el documento de Aena, en el extremo de la pista que linda con Mendelu, el umbral se desplaza 15 metros hacia la regata de Jaizubia. Este obstáculo se salvará mediante la construcción de un puente-pista, cuya ejecución costará 10 millones de euros.
Pasada la regata, Fomento adquirirá «una franja de terreno de unos 190 metros de largo por otros 160 metros de media de ancho» de los terrenos de Mendelu. En ellos se implantarán las franjas de seguridad del aeropuerto (60 + 90 metros) en esa cabecera. Además, dentro de esos cerca de 190 metros se incluirá el camino perimetral y el vallado.
El documento detalla que esta solución requiere la adquisición de «parte del polígono industrial» y de «tres viviendas» del barrio de Mendelu «que vulneran de forma significativa las servidumbres aeronáuticas del aeropuerto». Fuentes consultadas por este periódico concretaron que «sólo se verá afectado el primer pabellón industrial del polígono». Además, la adquisición se completa con un terreno que en la actualidad se destina a varadero.
Esta medida, comparada con otros planes de ampliación, evita «la expropiación de la totalidad de las viviendas situadas detrás del polígono, con el alto coste social y económico asociado que ello supondría». El documento añade que las adquisiciones de terrenos «deberían ser socialmente aceptables», ya que las viviendas afectadas «son de fácil reposición» y la nave industrial a adquirir tiene un negocio «que puede ser relocalizado en su entorno». El presupuesto prevé 4,5 millones de euros destinados a la adquisición de terrenos y naves industriales.
La dirección de infraestructuras de Aena considera además que al reubicarse la pista operativa 15 metros hacia Mendelu, las afecciones por servidumbres aeronáuticas y acústicas «serían prácticamente las mismas que las actuales».
En el extremo opuesto, hacia el mar, se reducirían las afecciones por servidumbres aeronáuticas. No en vano, el umbral de la pista se desplaza en 119 metros hacia Mendelu. El documento de Aena es claro: «Al reducirse las afecciones en el estuario del Bidasoa y en territorio francés, no cabe esperar reacciones por parte de este Gobierno».
En este extremo del aeropuerto se reforzará y consolidará la escollera actual para ganar cerca de 50 metros. La intervención costará 850.000 euros. Este espacio, junto a los 119 antiguos metros de pista, servirán para adecuar allí la franja de seguridad de 150 metros.
Tomadas estas medidas el aeródromo contará con unas dimensiones de 1.905 metros de longitud. En ellos, se enmarcarían unas franjas de seguridad de 150 metros en cada extremo y una pista operativa de 1.650 metros.
El documento propone que las franjas de seguridad a construir en las cabeceras tengan la misma resistencia que la pista actual. No obstante, fuentes consultadas consideran que parte de ese área podría ser zona verde.
Operatividad garantizada
Con el proyecto de Aena se mantiene la operatividad actual. «Con esta alternativa, las mayores limitaciones se producirían en el aterrizaje, ya que el recorrido de despegue sería idéntico al actual». Los aviones que ahora operan podrían seguir haciéndolo con el mismo número de pasajeros. Eso sí, el MD-87 y el Boeing 737, que antes usaba Spanair, sufrirían una limitación de pasajeros para reducir peso. El primero tendría que usar 131 de sus 139 plazas; el segundo pasaría de 107 a 74 plazas.
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