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ESTÍBALIZ SANTAMARÍA
Martes, 24 de noviembre 2009, 10:18
DV. En plena era del botellón, de los 'after' y polígonos, resulta que los jóvenes vascos están cambiando. A pesar de las apariencias, cada vez empiezan más tarde a tomar drogas. Hasta ahora, la tendencia era inversa y la comunidad médica -incluso pediátrica- encendió todas las alarmas. Ahora, sin restar importancia al volumen de consumo que persiste entre los adolescentes, el Observatorio Vasco de Drogodependencias acaba de desmentir «con rotundidad» esa precocidad creciente. Según su último estudio, 'Euskadi y Drogas', la edad media de inicio en el consumo de alcohol, tabaco y sustancias ilegales ha aumentado.
Esta vez, cualquier tiempo pasado no fue mejor. Por ejemplo, en 2004 los chavales probaban el alcohol y el tabaco poco después de cruzar el ecuador de los 16 años. Ahora, superan los 17. En el caso de las sustancias ilegales, hace un lustro coqueteaban con el cannabis y la cocaína a los 18 y 21 años, respectivamente. Hoy lo hacen un año más tarde. Quizá las campañas antidroga estén sirviendo para algo, aunque las llamadas intempestivas con las que las policías locales de Euskadi levantan de la cama, cada noche de fin de semana, a un buen número de progenitores pueden ser una explicación más acertada, en el caso de los más bisoños.
De todos modos, sigue habiendo motivos de desvelo con los jóvenes. El 76% de quienes admiten haber fumado cannabis recientemente tienen entre 15 y 34 años, cuando representan al 33% de la población.
Vuelve el 'poteo'
Y el problema del alcohol persiste. El 86,2% del colectivo juvenil dice que se emborracha más de doce veces al año. «El consumo compulsivo ha sustituido al 'poteo' diario», resume la directora de Drogodependencias del Gobierno vasco, Celina Pereda. El caso es que, durante los fines de semana, no sólo beben más cantidad de alcohol que antes, sino que cada vez hay menos abstemios.
Sólo un 44% de los jóvenes aseguran que no toman bebidas espiritosas, mientras que hace una década se abstenía de hacerlo casi el 70%. Por otra parte, aunque según los datos comiencen algo más tarde, también preocupa el consumo precoz de cannabis que aún existe. «No es un problema generalizado, pero los pediatras alertan de pacientes de 13 y 14 años consumidores de cannabis», advierte Pereda. Observando en conjunto la radiografía del consumo de drogas elaborada por su departamento, aflora otro dato esperanzador: el volumen de consumo de sustancias ilegales ha menguado.
Por ejemplo, el cannabis -la droga ilegal de mayor consumo en la sociedad vasca y una de las que han experimentado un crecimiento más acusado en los últimos años- ha dejado de ganar adeptos al ritmo habitual. Por primera vez desde 1992, desciende su consumo.
No ocurre exactamente lo mismo con el resto de sustancias ilegales. Es cierto que los vascos toman menos cocaína, éxtasis, speed y demás sustancias estupefacientes, pero son más los que coquetean con ellas. En todos los casos, salvo la heroína y las anfetaminas, ha aumentado el consumo experimental. Por otra parte, apenas han variado las preferencias de los vascos. El alcohol y el tabaco son, evidentemente, las drogas más consumidas. Después está el cannabis, y la cocaína ha desbancado a las anfetaminas del cuarto lugar.
Claro que la estadística revela evidentes diferencias de género. A tenor de los datos del Observatorio, los hombres toman drogas ilegales en mayores cantidades y con más asiduidad, al punto de triplicar las estadísticas femeninas. De todos modos, los responsables de Drogodependencias ven peligrar los buenos datos femeninos. «Del mismo modo que las mujeres beben ahora casi tanto como los hombres e incluso fuman más que ellos, la pauta puede reproducirse con el cannabis, y así sucesivamente, y eso nos preocupa», confiesa Pereda.
338.000 adictos graves
Hay muchos niveles y hábitos de consumo, pero el informe del Observatorio de Drogodepedencias revela que 338.000 vascos presentan un «consumo problemático» de drogas legales o ilegales. Ahondando más, 231.000 personas toman alcohol de forma desproporcionada durante los fines de semana y 34.000 beben en exceso también los días laborables. En cuanto al cannabis, 65.000 vascos se fuman a diario al menos un porro y 36.000 consumen con cierta asiduidad otro tipo de estupefacientes. Respecto al tabaco, en torno a 62.000 personas se fuman más de un paquete de cigarrillos cada día.
A su pesar, los responsables de Drogodependencias son conscientes de que la acción policial no impide que cada vez resulte más sencillo comprar droga. Se lo dicen sus propios encuestados. Por eso, les preocupan los 'mercados' emergentes surgidos al calor de las nuevas tecnologías. «Si se compran 'on line' medicamentos ilegales, puede ocurrir lo mismo con cualquier droga», alertan.
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