Borrar
La sede del PSE y encima carteles que piden su traslado. :: M.A.
Los vecinos de la sede del PSE de Durango atacada por ETA en julio exigen su traslado
POLÍTICA

Los vecinos de la sede del PSE de Durango atacada por ETA en julio exigen su traslado

Unos inquilinos afirman sentirse «en peligro», mientras otros critican que no rechacen a los etarras en los carteles colocados en la fachada

M. ARANBARRI

Miércoles, 9 de diciembre 2009, 04:15

Cinco meses después de que ETA devastara con una bomba la casa del pueblo en Durango, los vecinos han iniciado una protesta, prácticamente inédita en Euskadi, para que el local del PSE sea trasladado del portal número 1 de la calle Astxiki. En el bloque de viviendas se pueden observar más de quince carteles, algunos de ellos acompañados de ikurriñas, que exigen desde los balcones y ventanas: 'Sederik ez' ('sede no').

El atentado ocurrió el 9 de julio pasado. ETA atacó el local del PSE con tres kilos de explosivos y sin ningún tipo de aviso previo. Un vecino evitó una desgracia mayor al ver cómo un encapuchado depositaba una bolsa frente a la puerta de la casa del pueblo poco después de las 23.30 horas. Mientras el etarra escapaba rápidamente del lugar, el testigo alertó a la Ertzaintza. Los agentes acordonaron la zona y desalojaron a los vecinos. Sin embargo, no hubo tiempo para neutralizar la bomba, que estalló sobre las doce de la noche. Los inquilinos pudieron regresar a sus casas tres horas más tarde. Al menos 31 de ellos presentaron al día siguiente denuncias por los desperfectos registrados en las viviendas. La explosión arrasó también la mayoría de las salas de la casa del pueblo. El coste de los daños ocasionados por la bomba fue de unos 60.000 euros.

La indignación que los alrededor de 40 vecinos que tuvieron que ser desalojados de sus domicilios parece no haberse mitigado y, muchos de ellos, claman por el traslado de la sede a otro lugar. «Claro que nos sentimos en peligro», responde, cuando se le pregunta por los carteles, un matrimonio que jugaba ayer con sus hijos pequeños por los alrededores de la urbanización. Pese a no desvelar su identidad, la pareja admite haber colgado las pancartas en sus balcones. «Aquel día pudo haber pasado cualquier cosa, porque era pleno verano y muchas familias dejan a los chavales jugando solos por la zona mientras toman algo o están en casa. Esa es nuestra impotencia y nuestra rabia», puntualiza la mujer.

Algunos residentes de otros inmuebles próximos al edificio comprenden esta intranquilidad, aunque a más de uno le llama la atención que en los carteles no haya referencias a ETA. «¿De quién es la culpa, de los socialistas o de los terroristas por poner bombas?», reflexiona un durangués que tiene claro que el fin de la organización terrorista debe llegar de forma «inminente». Antes de tomar la decisión de colocar los carteles los vecinos contactaron con el Ayuntamiento, pero éste les señaló que no podía adoptar ninguna acción.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Los vecinos de la sede del PSE de Durango atacada por ETA en julio exigen su traslado