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JAVIER PEÑALBA
Jueves, 10 de diciembre 2009, 03:31
El asesinato de Ignacio Pascual Hernández, el hombre de 64 años cuyo cadáver fue hallado el pasado 6 de agosto en una sima de Azkoitia, se cometió en una nave industrial de Elgoibar, localidad que la víctima había visitado en varias ocasiones. De las tres personas que han sido detenidas por la Ertzaintza por su presunta vinculación con el crimen, dos estarían domiciliadas en la citada localidad del bajo Deba y la otra es de Castro Urdiales.
Pascual Hernández, vecino de Erandio, falleció como consecuencia de un traumatismo craneal. La víctima fue golpeada en la cabeza con un objeto contundente, según desveló la autopsia. Fuentes cercanas a la investigación han señalado que este mortal golpe le fue asestado en un pabellón industrial situado en la calle Pedro Muguruza de Elgoibar -en la zona que anteriormente albergó la empresa Lagun- que actualmente se encuentra precintado.
Desde hace un año aproximadamente en dicho pabellón se venían realizando labores de reparación de compresores, si bien hace unos meses que ya no se detectaba actividad alguna. En la empresa trabajaban cuatro personas, entre ellas, una de las detenidas. Se trata de un hombre que reside en la misma calle, está separado y es padre de dos hijos.
Los arrestos de los sospechosos se llevaron a cabo el miércoles de la semana pasada. Fue la culminación de cuatro meses de un trabajo laborioso y no exento de complicaciones llevado a cabo por agentes de la Unidad de Investigación Criminal de la Ertzaintza, cuya sede se localiza en la base de Oiartzun.
En Martutene
El sábado por la mañana, los detenidos prestaron declaración ante la juez de Azpeitia que instruye el caso y el domingo ingresaron ya en la prisión donostiarra de Martutene.
Fuentes cercanas al caso han asegurado que los acusados han admitido su participación en los hechos, si bien ninguno de ellos ha asumido la autoría material del delito y responsabilizan de la muerte unos a otros.
Tras el crimen, el cadáver fue trasladado hasta la sima Bide Gorri de Azkoitia. Los presuntos autores aprovecharon la noche para transportar el cuerpo y lanzarlo al fondo de la cavidad. Los imputados efectuaron dos viajes, ya que en el primero no tuvieron el tiempo suficiente para arrojar el cadáver y temieron ser sorprendidos.
El lugar designado para desprenderse del cuerpo sin vida de Ignacio Pascual fue proporcionado por uno de los vecinos de Elgoibar que, dada su gran afición a recolectar setas sabía de la existencia de dicha sima, de una profundidad cercana al centenar de metros.
Los restos de Ignacio Pascual, apodado 'Demonio', se encontraban envueltos en una lona blanca y atados con una cuerda y una brida de color negro. Fueron tres espeleólogos de la localidad barcelonesa de Cardedeu quienes hallaron el cuerpo.
Una vez se ha determinado que el delito de cometió en Elgoibar, el juzgado de Instrucción de Azpeitia, que hasta ahora ha dirigido la investigación, deberá inhibirse en favor del órgano judicial que corresponda en Eibar, demarcación a la que Elgoibar pertenece.
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