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Mucho trabajo. Una de las mercedarias de la comunidad de María Luisa Irizar atendiendo a una niña herida.
Oñati tiende una mano a Haití
OÑATI

Oñati tiende una mano a Haití

Mañana se pone en marcha una campaña de recogida de alimentos y material sanitario. El grupo de misiones contribuyó a la construcción de un dispensario en Jacmel a través de la mercedaria María Luisa Irizar

MARIAN GONZALEZ

Domingo, 24 de enero 2010, 03:13

Las imágenes que llegan cada día desde Haití no dejan lugar a dudas. El país esta sumido en el caos tras dos terremotos y, como toda ayuda es poca, Oñati ha decidido poner su granito de arena y tender una mano al país en el que trabaja la mercedaria oñatiarra María Luisa Ugarte, del caserío Azkarreta, que es la provincial de su agrupación.

«Ella está bien -explica el responsable del grupo de misiones de la Parroquia y la ONG Hermansoloña, José Antonio Urteaga-. A dos de las tres mercedarias que trabajan en Jacmel les pilló el terremoto cuando regresaban de una reunión con María Luisa en Santo Domingo, y aunque el coche ha quedado dañado, no están heridas, y están echando una mano en Puerto Príncipe, pues no es posible el acceso a Jacmel por carretera»

El grupo local de misiones conoce bien Jacmel, epicentro del segundo terremoto, pues hace 4 años colaboró con otras agrupaciones de la provincia en la construcción de un centro nutricional -dispensario que ha quedado, al parecer, afectado pero no destruido. La ciudad está a unos 60 kilómetros al sur de Puerto Príncipe y el terremoto le ha pillado de lleno, destruyendo el 80% de los edificios.

«Después de las imágenes que estamos viendo todos los días en los telediarios sobran las palabras, y pensamos que la mejor forma de ayudar es aprovechar el conocimiento de la zona de Ugarte y sus hermanas mercedarias», explica Urteaga.

María Luisa, nacida en el caserío Azkarreta, tiene 58 años, y lleva más de 20 trabajando allí. El jueves llamó a su madre Carmen Garitonandia al caserío para tranquilizarle tras el segundo terremoto y decirle que está bien, que no se preocupe. Ayer la propia Carmen nos explicaba su situación y pedía a la gente que colabore en la campaña que mañana se pone en marcha.

Carros en los supermercados

La ayuda a Haití se desarrollará desde tres ámbitos: alimentario, médico y económico. «Será una acción pequeña pero concreta y que va a llevar la ayuda hasta Jacmel gracias a las mercedarias que están sobre el terreno y la ONG Herriak elkarlanean», explica Urteaga.

En Oñati, la campaña la capitanea el grupo de misiones, y Hermansoloña colabora con sus medios personales y logísticos. Durante las dos semanas que durará la campaña el local de la ONG oñatiarra en Bidebarrieta estará abierto de 10.00 a 12.00 y de 18.00 a 20.00. La iniciativa cuenta con la ayuda de todos los centros escolares, los supermercados, los conventos, algunas empresas y el Ayuntamiento. Y, todos los particulares que quieran, podrán colaborar en la medida de sus posibilidades.

La recogida de alimentos arranca formalmente mañana y se desarrollará hasta el 6 de febrero en la Cooperativa San Miguel, Eroski, Super BM, Día y el autoservicio Matea. En estos establecimientos se colocarán carros, en los que se recogerán latas de conservas, pasta, azúcar, arroz, lentejas, garbanzos, aceite, sábanas, mantas y ropa de verano para el pueblo haitiano.

Todo esto y material sanitario (analgésicos, hilo de suturo, antibióticos, vendas, guantes), podrá entregarse también en el local de Hermansoloña en Bidebarrieta, y además se han abierto dos cuentas en Kutxa (2101 0030 92 0011012762) y Caja Laboral (3035 0017 11 0170065687) para aquellos que quieran ayudar económicamente en la reconstrucción de Haití, y en especial de Jacmel.

El grupo oñatiarra de misiones trabaja en esta causa junto a otros pueblos bajo la coordinación de la Delegación Diocesana de Misiones de San Sebastián y es uno de los tres puntos estratégicos de la campaña provincial junto a Irún y Beasain. En Oñati, recogerán y clasificarán la mercancía que se recolecte en el Alto y Bajo Deba , y lo centralizarán en el local de Argentina, trabajando gente de Hermansoloña y Misiones.

Pese a lo complicado de las infraestructuras en Haití, José Antonio Urteaga incide en que tienen «bien organizado el transporte desde Beasain hasta Jacmel, en Haití» y asegura que están «en condiciones de garantizar que la ayuda llegará a su destino», algo esencial en los tiempos que corren.

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