La Diputación apela a la concienciación para doblar la tasa de reciclaje en 2016

Las caras y las voces de cuatro personas apreciadas por la mayoría de los guipuzcoanos se convertirán durante el próximo mes y medio en el rostro amable y conciliador de una cuestión la gestión de los residuos que si por algo se ha destacado en los últimos tiempos ha sido por alcanzar grados de crispación más que considerables. El actor Gorka Otxoa, la montañera Edurne Pasaban, la payasa Aiora Zulaika Pirritx y el exrealista Mikel Aranburu son los protagonistas elegidos por la Diputación Foral para convencer a los guipuzcoanos de que, al igual que la basura, las actitudes, las personas y las instituciones son reciclables.

«Lo que se propone es un compromiso personal y colectivo, para dar un salto importante que permita tener un territorio más limpio, solidario y responsable», afirmó en la presentación de la campaña que ha contado con un presupuesto de 154.000 euros el diputado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Gipuzkoa, Iñaki Errazkin. Le acompaño en la presentación la directora del departamento, Ainhoa Iraola, quien insistió en que «todos podemos cambiar de mentalidad». La campaña, además de transmitir ese «mensaje general, basado en una idea simple», establece una meta: conseguir que para 2016 Gipuzkoa recicle el 60% de los residuos que genera, y que para 2020 llegue al 75%.

«Que cada pueblo decida»

En realidad, lo que hace es recuperar el objetivo que se estableció el el Documento de Progreso referido al Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG) 2002-2016, que reformuló los objetivos iniciales, puesto que para 2011 ya se había alcanzado el 32% de recogida selectiva que, inicialmente, se había planteado como meta para el final del período de vigencia del Plan. La situación no parece haber cambiado mucho en dos años, ya que Errazkin estableció en el 31% el grado actual de reciclaje, «una buena base para avanzar». Admitió que el reto es ambicioso, pero «factible». En lo que ni entra ni sale la campaña, y en lo que tampoco entraron ni el diputado ni la directora, es en el modo en el que se puede alcanzar ese objetivo del 60% de reciclaje en tres años. «Lo importante es ponerse de acuerdo en los objetivos, poner la meta indico Razkin, y que cada pueblo decida mediante quié sistema lo alcanza».

Porque, destacó, «más allá de debates políticos, partidistas y electoralistas, tenemos un problema: las basuras». No obstante, dio por útil la polémica «si sirviera para profundizar en la concienciación». El que dio mucho juego fue eslogan de la campaña. Así, Razkin reiteró que «todos somos recicables», y que su formación «se reciclará todo lo que haga falta», si bien «no se va a bajar del tren» de conseguir una tasa de reciclado del 60% para 2016. Una tasa de reciclaje de diez a veinte puntos inferior a la que, hace menos de diez días, planteó EH Bildu como condición para apoyar el quinto contenedor en las localidades que apuesten por esa modalidad.