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Sábado, 27 de julio 2013, 15:13
'La estampita' y la 'lotería premiada' son los métodos de engaño más frecuentes que aparecen en las 33 denuncia por timo que la Ertzaintza ha recogido en lo que va de año. La mayoría, 17, corresponden a Vizcaya seguidas por las 10 de Guipúzcoa y las 6 de µlava, según ha informado el Departamento de Seguridad.
La Ertzaintza ha lanzado una alerta a la ciudadanía para que evite ser víctima de los timadores, que actúan en bandas y tienen carácter itinerante. El consejo principal es desconfiar de cualquier tipo de negocio o trato que se ofrezca en la vía pública por desconocidos.
Según sus datos, los autores de este tipo de estafas, suelen ser bandas formadas por dos o tres personas, hombres y mujeres, que recorren diferentes localidades de Euskadi y del resto del Estado.
Por su parte, las víctimas son tanto hombres como mujeres y en contra de lo que pudiera pensarse, no siempre de edad avanzada. También en ocasiones son extranjeros. En muchas ocasiones las víctimas sufren la pérdida de importantes cantidades económicas, llegando a alcanzarse en varios casos los 24.000 euros. La cantidad media estafada en cada uno de estos timos se estima en torno a los 6.000 euros.
Es frecuente que los hechos se denuncien al cabo de 3 o 4 días de producirse, probablemente por la dificultad de explicar lo sucedido a sus familiares y por la mala conciencia que en algunas ocasiones ha podido generar. La Ertzaintza considera que el número de afectados puede ser notablemente mayor al del las 33 denuncias registradas.
En el caso del 'timo de la estampita' la primera persona en intervenir y que actúa como gancho es un varón con aparente retraso psicológico y que en muchas ocasiones tiene un marcado acento gallego. Este varón estaría en posesión de un abultado fajo de billetes, proponiendo a la víctima un cambio o una donación si demuestra ser 'buena persona', para lo cual tiene que mostrar que tiene dinero y que no le va a pegar o robar las 'estampitas'. Acto seguido se acerca un segundo cómplice, el cual manifiesta haber visto lo que ocurría, y se ofrece para participar en el 'negocio', para lo cual muestra y aporta una cantidad importante de dinero, en torno a 10.000 euros, solicitando a la víctima que aporte una cantidad similar.
Una vez embaucada, la víctima es trasladada en vehículo a su domicilio y a las entidades bancarias de donde extrae el dinero. Con ello la aíslan de terceras personas que la puedan advertir de que se trata de un engaño. Una vez obtenido el dinero, el cómplice junta en una bolsa el aportado por la víctima, el suyo y el del supuesto deficiente, haciendo entrega de la misma a la víctima. Tras ello solicitan a esta que se baje del vehículo para comprar un bocadillo al 'deficiente', o con cualquier otro pretexto. Cuando regresa, en el lugar no hay nadie y al mirar dentro de la bolsa, suele encontrar un paquete de azúcar o un fajo de recortes de periódico.
El timo de los 'billetes de lotería premiados' es un poco más elaborado. El gancho, al igual que en el caso anterior, suele ser también una persona con retraso psicológico y marcado acento gallego, el cual muestra unos billete, habitualmente de la ONCE, supuestamente premiados. Acto seguido hace presencia su cómplice, el cual se presta a realizar una llamada a la Delegación de la ONCE para comprobar que los mismos están premiados. Tras realizar la llamada, pasa a la víctima el teléfono para que directamente pregunte si los décimos están premiados y la cantidad que corresponde a cada participación. Al otro lado del teléfono se encuentra otro cómplice, quien informa que las participaciones están premiadas con varios cientos de miles o incluso millones de euros.
En otras ocasiones la víctima es trasladada, siempre en coche, a las inmediaciones de alguna administración de lotería, de donde el cómplice regresa con un listado previamente manipulado en el cual aparecen como premiados los décimos.
Al igual que en el caso anterior, el cómplice aporta una cantidad de dinero, habitualmente unos 10.000 euros, solicitando a la víctima que aporte otra cantidad similar, metiendo todo el dinero junto con los décimos supuestamente premiados en una bolsa y haciendo entrega de la misma a la víctima.
Este timo tiene una variante en la cual el gancho es una persona de origen extranjero, la cual manifiesta encontrarse en situación irregular y por lo tanto no poder cobrar los décimos premiados. Por este motivo propone a la víctima su venta a un precio muy ventajoso o bien donar una parte del premio si accede a su ingreso en su cuenta bancaria, para lo cual previamente debe entregar una cantidad de dinero para demostrar 'buena fe'.
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