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LUIS ALFONSO GÓMEZ , SAN SEBASTIÁN
Domingo, 22 de septiembre 2013, 14:13
«ETA, ETA! Basque, Basque!», grita un agente de la inteligencia israelí en 'Múnich' (2005), de Steven Spielberg, para hacerse pasar por un igual ante terroristas de Al Fatah. «Es una identificación terrible, clara, rotunda y corta», dice el historiador Óscar Álvarez Gila. Profesor de Historia de América de la Universidad del País Vasco, ultima un libro sobre la evolución del estereotipo del vasco en la Meca del Cine, desde el ovejero de los años 20 hasta el sanguinario asesino del siglo XXI. La Universidad de Nevada lo publicará el año que viene bajo el título de 'Sheeps, wine, baskets and bullets. A century of Basque immigrants in American cinema' (Ovejas, vino, cestas y balas. Un siglo de inmigrantes vascos en el cine americano).
Los tres segundos de esa escena de 'Múnich' no dejan, en su opinión, lugar a la duda. «Parece claro que, para el Hollywood de la primera década del siglo XXI incluido su derivado televisivo, los vascos pertenecen a la infamante categoría de los 'grupos peligrosos'», dice el historiador, que ha presentado ya en varios congresos los resultados de su investigación, un asunto sobre el que tenía un interés muy marginal hasta hace poco.
Álvarez Gila estaba en el curso 2010-2011 en la Universidad de Nevada para un proyecto de investigación cuando un compañero le pidió que le sustituyera en una clase. «Les puse la película 'El desfiladero de la muerte' (1959), que es muy divertida. Trata de una familia de inmigrantes vascofranceses en el Oeste y está tan llena de errores que da risa. Al final, un alumno me preguntó si había alguna película más en la que aparecieran vascos. Pensé que, estando tan cerca de Los Ángeles, podía comprobarlo». Decidió cambiar de proyecto de investigación y se puso manos a la obra.
Las primeras apariciones de vascos en el cine hunden sus raíces en la diáspora. «Los de las películas de las cuatro primeras décadas del siglo XX son inmigrantes radicados en Estados Unidos. El primero de ellos es el anónimo 'pastor vasco' que aparece como personaje secundario en 'The land just over yonder' (1916). Siguiendo su estela, otros 'pastores vascos', generalmente sin mayor precisión, irán apareciendo en obras de la décadas de 1920 y 1930», apunta Álvarez Gila.
El ovejero de la pantalla grande tiene una base real. Es el trabajo que realiza la mayoría de los vascos que han emigrado desde mediados del siglo XIX a Idaho, Nevada, Utah... Los habitantes de esos estados identifican al vasco con el pastor de ovejas, explica el historiador. Y el cine ahonda en el estereotipo. «Somos vascos, de los Pirineos. Somos los mejores pastores del mundo. Las ovejas son ovejas y las montañas son montañas», dice uno de los personajes de la serie 'Tales of Wells Fargo' ('Cuentos de la Wells Fargo', 1957). ¿Pero cómo son los vascos?
Leonard Nimoy, vasco
Hollywood no se lo plantea hasta los años 50. Durante décadas, los vascos son «invisibles», en el sentido de que es imposible identificarlos visualmente. No hay nada que los diferencie de otros inmigrantes europeos. Pero en los 50 arranca lo que Álvarez Gila llama el periodo folclórico. En series como 'Wagon train' ('Caravana'), 'Tales of Wells Fargo' y 'Gunsmoke' ('La ley del revólver'), los personajes vascos adoptan «una particular vestimenta identificada como propia de los vascos, tomada directamente del traje usado por los grupos de música tradicional y danzas folclóricas». Boina, camisa blanca, 'gerriko', pañuelo al cuello, alpargatas... Así viste en 'Wagon Train' Bernabé Zamora en 1959, siete años antes de que el actor que le da vida se embarque en la nave espacial 'Enterprise'.
«El primer papel serio de Leonard Nimoy en televisión fue el de vasco», sorprende el historiador. Los guionistas no sabían muy bien cómo identificar físicamente a los vascos, más allá de su vestimenta. Buscan actores de «marcado carácter étnico, preferentemente de origen latinoamericano», y, al estar el País Vasco a caballo de España y Francia, llegan en 'Thunder in the Sun' a mezclar «características de ambas identidades: trajes típicos vascos, nombres castellanos con apellidos franceses, música y bailes flamencos...». Y hablan con acento latino. «Cuando le pregunté hace poco a Leonard Nimoy por los vascos, me respondió: 'Creo que eran mexicanos o algo así'», recuerda Álvarez Gila.
El esterotipo del pastor entra en declive a comienzos de los años 80, coincidiendo con los 'años de plomo' y con que las nuevas generaciones de vascoamericanos están plenamente integradas en la sociedad que acogió a sus antepasados. Entonces, ETA entra en escena, aunque no es el terrorismo de 'Múnich'. «Durante los primeros años, la imagen de los 'rebeldes vascos', si bien claramente derogatoria, se resistió a ser totalmente negativa. Los terroristas vascos que secuestraron a una ingeniera norteamericana liberada por el agente McGyver (1985) eran presentados con una mixtura de ineptitud, romanticismo y folclorismo a partes iguales, una suerte de guerrilla latinonamericana trasplantada a Europa y uniformada con el tradicional traje vasco de danza».
Es un trato amable del que también goza el IRA, con el cual Hollywood marida a ETA en 'The Jackal' ('Chacal', 1977) mediante una historia de amor entre dos exmiembros de ambas bandas. «Será la última vez que tal cosa sea posible en la ficción», destaca Álvarez Gila. Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, el estereotipo del guerrillero vasco se hace añicos. No pasa ni un mes cuando 'El Ala Oeste de la Casa Blanca' estrena temporada con un capítulo especial, escrito contrarreloj, centrado en la amenaza terrorista y donde un asesor del presidente Bartlet (Martin Sheen) cita entre los grupos terroristas activos a «los extremistas vascos que han estado causando ataques terroristas en España durante décadas».
A partir del 11-S, «se disparan las referencias al País Vasco como origen de un activo movimiento terrorista». La banda llega a actuar en la ficción en territorio estadounidense, «hasta extremos tales como secuestrar al general que dirige la sección antiterrorista de la OTAN o planear un ataque a la Embajada Española en Washington, al lado mismo de la Casa Blanca y el Pentágono». Son series como 'The West Wing', 'NCIS' y 'CSI: Las Vegas', entre otras, las que proyectan al mundo esa imagen del vasco. ¿Hasta cuándo?
«Los estereotipos van con retraso respecto a la realidad. El ovejero era una realidad en los años 30 y 40, hay muy poc os en los 50, pero se mantiene vivo en la pantalla hasta los 70», destaca Álvarez Gila. Así que es muy posible que, en la ficción hollywoodiense, ETA siembre el terror todavía durante años, aunque el historiador intuye que ya hay otro prototipo de vasco al alza, tan auténtico y falso, a la vez, como los de pastor y terrorista.
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