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Cambio. Un taller de libro electrónico en la biblioteca, una de las últimas actividades.
El cambio en el uso de la biblioteca marca una nueva orientación

El cambio en el uso de la biblioteca marca una nueva orientación

Crece el número de actividades y bajan las cifras de préstamo de material

FÉLIX MORQUECHO

Miércoles, 6 de mayo 2015, 00:06

Hace apenas dos décadas un ordenador no estaba al alcance de cualquiera pero en este periodo de tiempo las pantallas han llegado a multitud de facetas de nuestra vida diaria. La lectura y todas las prácticas que la rodean también han sufrido cambios radicales y por ese motivo las bibliotecas están viviendo un cambio en su filosofía. «Está claro que la función de las bibliotecas está cambiando. Tendrá que pasar de ser lugar de conservación y suministro de libros a ser gestora de la información, difusora de la cultura y facilitadora de conocimiento» señala la responsable de la biblioteca Juan San Martín, Eva Alberdi.

La reflexión llega en el marco de la publicación de los datos de uso de la biblioteca municipal durante el pasado año. La media de visitas a este servicio se sitúa en 4,64 por habitante durante el 2014, una cifra que baja respecto al año anterior pero que sigue siendo superior a la media de la CAV.

Este descenso paulatino en los usos más tradicionales de la biblioteca contrasta con una actividad creciente en distintos ámbitos. Los talleres de lectura, los grupos de prácticas de idiomas, actividades de fomento de la lectura o el apoyo a la búsqueda de empleo a través de talleres formativos son muestra de las iniciativas que aportan una forma de acercarse a la biblioteca distinta a la tradicional. «Todas estas actividades han ampliado la utilización de la biblioteca», indica Alberdi, que destaca el aumento de uso de la biblioteca como punto de encuentro. Entre los usos que no reflejan las cifras, desde este servicio señalan el grado de uso de prensa escrita. «Cada vez acude también más gente a leer con tranquilidad. Revistas, periódicos... se leen en las butacas de la zona de hemeroteca». El grado de ocupación de esa zona lleva a plantear que «tal vez haya que redefinir el espacio de aquí a unos años».

Uno de los últimos servicios en sumarse a la biblioteca ha sido el préstamo de libro digital a través de la plataforma eLiburutegia. «Hacía tiempo que reclamábamos este nuevo servicio, viendo cómo muchos de nuestros lectores nos decían adiós con su 'e-reader' en la mano» indica Alberdi. Sin embargo, aún es pronto para analizar el grado de utilización de un servicio que se puso en marcha en diciembre del pasado año.

Menos demanda

La tendencia en los servicios tradicionales de préstamo es descendente, algo que se repite en la generalidad de las bibliotecas del entorno. Internet juega un papel determinante en ello. «Ahí encuentran la información que necesitan, así como los contenidos: lectura digital, películas, música... Esa información y contenido que siempre ha estado ofreciendo la Biblioteca tiene hoy en día menos demanda».

En el año 2014 bajó el número de préstamos realizados con un total de 41.129, un 7,5% menos que en el ejercicio anterior. Sin embargo, el préstamo de libros ha crecido tanto entre los adultos como entre los niños, y decrece en el caso de otros soportes audiovisuales, donde internet se convierte en alternativa.

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