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Paco Barthe lanza a portería durante un partido con el Bietigheim.
«Llegar a la Bundesliga es el sueño de cualquier jugador de balonmano»
Paco Barthe, Jugador del Bietigheim y ex del Bidasoa-Irun

«Llegar a la Bundesliga es el sueño de cualquier jugador de balonmano»

El canterano del club irundarra marchó a Alemania hace dos años por estudios y la próxima temporada jugará en la Bundesliga

BORJA OLAZABAL

Domingo, 27 de julio 2014, 00:13

¿Se acuerdan de Paco Barthe? Aquel jugador del Bidasoa-Irun que saltó al primer equipo siendo juvenil y que enseguida llamó la atención. Por su nombre, Paco, cuando su padre es alemán y su madre francesa. Su altura, más de 1,90 cuando apenas había cumplido los dieciocho. Y su desparpajo. Se ganó el cariño de la afición con su agresividad defensiva y su valentía en ataque. Paco Barthe estaba llamado a hacer grandes cosas en Artaleku, pero los estudios le llevaron hace dos temporadas a Alemania.

Hinca los codos para sacarse una ingeniería civil, acaba de terminar los exámenes y por el momento ha aprobado todo, y no ha dejado de jugar a balonmano. Lo hace en un equipo de las afueras de Stuttgart, el Bietigheim. Empezó en el filial, pero sus facultades le abrieron las puertas del primer equipo en la segunda división alemana. Ahora, y tras lograr el ascenso a la 1. Bundesliga, Paco Barthe va a jugar en la mejor liga del mundo.

-¿Cómo le va por Alemania?

-Me vine en septiembre de 2012. Estoy estudiando y jugando y todo me va muy bien. Estoy muy contento con la gente que he conocido aquí y el balonmano me ha ayudado mucho desde que llegué para integrarme y conocer gente nueva.

-Fichó por el Bietigheim nada más llegar.

-Empecé a prueba con el segundo equipo, en el que había muchos jóvenes y era perfecto para mí. El primer año jugué ahí y después empecé la pretemporada con el primer equipo. Al principio del curso pasado entrenaba con ellos y en febrero, tras dos lesiones de jugadores importantes, encontré mi sitio en el primer equipo. En las oportunidades que me dio el entrenador lo hice bien y cada vez fui ganando más minutos hasta ser titular.

-Y se encuentran con el ascenso. ¿Lo esperaban?

-En febrero íbamos muy bien y pensábamos que podíamos subir, pero después de las lesiones nadie contaba con nosotros, ni nosotros mismos. Aun así, seguimos peleando y acabamos por subir.

-Va a jugar en la Bundesliga.

-Voy a cumplir el sueño de cualquier jugador de balonmano, aunque creo que será una temporada complicada en la que salvarnos será nuestro objetivo. No tenemos ninguna súper estrella, como en otros equipos, pero estamos muy ilusionados. La idea es seguir en la línea del año pasado, trabajando y peleando todos juntos. Y tendremos que mejorar, sobre todo en lo físico. Yo sigo midiendo 1,95, como cuando estaba en Irun, pero peso 92 kilos y eso es poco para la Bundesliga.

-¿Qué es lo que más le apetece?

-Va a ser todo increíble. Tengo muchas ganas de jugar contra el Kiel, que es el equipo en el que están todas las estrellas y el que gana las ligas y juega la Champions. Pero estoy seguro de que todo va a ser una gran experiencia.

-¿Ha encontrado en el balonmano alemán muchas diferencias?

-En la segunda división alemana, comparando con España, se juega mucho más rápido y los contactos son más fuertes. Es una liga más atlética porque los jugadores somos más jóvenes. En la División de Honor B siempre hay muchos veteranos que han jugado en Asobal que hacen que el juego no sea tan rápido como aquí.

-Y los pabellones están llenos.

-En todos los partidos siempre hay mucha gente. Y cuando hay poca, la que va es para animar. He jugado en canchas que para la segunda liga son enormes. Canchas para cinco mil personas que estaban llenas. A nosotros nos van a cambiar de pabellón porque el que tenemos no cumple con la normativa y vamos a tener uno de 4.000 espectadores en el que seguro se va a vivir un gran ambiente.

-En Alemania le va perfecto, pero ¿echa de menos Irun y el Bidasoa?

-Me da pena no haber estado allí los dos últimos años, que han sido muy buenos, porque cuando yo estuve fueron temporadas complicadas en las que se luchaba por no bajar. Me he alegrado mucho por el Bidasoa, pero yo sabía que tenía que seguir estudiando y he hecho lo correcto.

-¿Qué es lo que más recuerda?

-En mi equipo, como en el Bidasoa, juego sobre todo en defensa. En Irun aprendí mucho de jugadores como Aldunate o Cambronero. Lo que más me gustaba del Bidasoa era que éramos una panda de amigos y nos llevábamos muy bien. Echo de menos pasar por la calle Mayor cuando acababan los partidos y estar con toda la gente de Irun, que siempre nos animaba mucho.

-¿Ha seguido al Bidasoa en Asobal?

-He estado muy pendiente de todo lo que pasaba. Ha sido una pena que se perdieran tantos partidos por pocos goles, ya que en la plantilla había muy buenos jugadores. Les ha pasado lo mismo que nos pasó en mi primer año en el primer equipo, que éramos muy jóvenes, no teníamos experiencia y estuvimos a punto de perder la categoría.

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