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BORJA OLAZABAL
Miércoles, 26 de noviembre 2014, 00:03
El Bidasoa-Irun consiguió el sábado una victoria balsámica. De esas que sirven para curar las heridas producidas en batallas anteriores. El derbi y la derrota contra el Amenabar Zarautz habían hecho daño al equipo irundarra, pero los dos puntos sumados ante el Antequera y el reflejo que han tenido en la clasificación, han permitido que las aguas bajen algo más tranquilas por Artaleku.
Los hombres entrenados por Fernando Bolea siguen haciendo de su cancha un fortín en el que han conseguido cuatro triunfos consecutivos, aunque el juego sigue dejando mucho que desear. El 29-27 ante el Antequera refleja un encuentro igualado en el que el Bidasoa no pudo respirar hasta el final por culpa de errores propios. Por culpa de una presión que no consiguen zafarse los jugadores y que les impide dar su mejor nivel.
No hay otra forma de entender las innumerables pérdidas cometidas por los bidasotarras. Los pasos realizados, los pases a compañeros que se van directamente fuera o los contraataques que no acaban en gol. Afortunadamente, cuando todo hacía presagiar un final de infarto con el 26-26 a falta de dos minutos y medio, aparecieron Azkue, que se fue hasta los siete tantos, Trkulja y Vázquez para marcar tres goles seguidos y sentenciar el choque. Hablando de goles no podemos olvidar a Adrián Crowley, que fue el máximo realizador con nueve.
Sin motivos para alegrarse en demasía por lo visto sobre la cancha, lo cierto es que los dos puntos sumados permiten mirar al futuro con algo más de optimismo. La clasificación está muy apretada y a nada que el Bidasoa-Irun consiga mejorar un poco sus prestaciones, el salto en la tabla puede ser grande.
Y es que después de nueve jornadas, y con la irregularidad que están mostrando los de Irun, el equipo ocupa la décima posición con nueve puntos y está a solo dos de los puestos de play-off. El Palma del Río, quinto, cierra la zona de privilegio con once puntos y solo uno más tienen el Octavio y el Valladolid. Segundo es el Sinfín con catorce y el Teucro se mantiene líder con pleno de victorias.
Entre el Bidasoa y el Palma del Río aparecen equipos como el Bordils, el Barcelona B, el Balonmano Nava o el Alcobendas. Es decir, del tercer clasificado al décimo hay ocho equipos en tan solo tres puntos.
Partidos vitales
El Bidasoa-Irun ha sido capaz de ganarle al Octavio en Artaleku, empatar en Valladolid y perder por un solo gol en Santander ante el Sinfín. O lo que es lo mismo, ha sido capaz de competir de tú a tú con equipos que le preceden en la tabla. Aunque la imagen dada hasta el momento no está siendo buena, parece evidente que los bidasotarras deberían estar más arriba.
Ahora ha llegado el momento de demostrar esta teoría, ya que los hombres de Fernando Bolea afrontan en las próximas jornadas unos partidos que pueden marcar el futuro del equipo.
La primera de las citas llegará el sábado en Sant Joan Despi contra el Barcelona B, que solo tiene un punto más. Una semana después el Balonmano Nava, con dos puntos más, visitará Artaleku y luego tocará viajar para medirse al Alcobendas, que también cuenta con dos puntos más que los irundarras.
Después de nueve jornadas de tanteo, ha llegado el momento de dar el do de pecho.
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