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JUAN F. MANJARRÉS
Viernes, 31 de octubre 2014, 00:27
El consejo de administración de Astigarraga Lan-tzen, celebrado en el Ayuntamiento de Astigarraga el pasado 17 de octubre, aprobó los pliegos para alquilar una parcela de Zarkumendegi y ubicar allí una planta de reciclaje de materiales de obra y derribos.
El contrato ha sido valorado en 180.000 euros más IVA y el adjudicatario deberá abonar de una sola vez la totalidad del valor del contrato en el momento de la adjudicación.
La planta que se ubicará en Zarkumendegi recibirá y gestionará residuos de obras y derribos para poder reciclarlos y volver a comercializarlos. Será la primera planta de este tipo en Gipuzkoa y permitirá dar una solución «más sostenible a estos residuos que actualmente se acumulan en los vertederos sin ninguna otra solución», afirman desde el Ayuntamiento. Con este concurso, Astigarraga confirma su apuesta «en favor del medio ambiente y de una gestión de residuos correcta y sostenible para conseguir una localidad y una provincia más verde y sostenible».
«Una vez aprobados estos pliegos, desaparecen los planes existentes para la zona en la pasada legislatura que consistían en la venta de una parcela de Zarkumendegi para ubicar una hormigonera, y que contaba con los informes negativos del secretario-interventor», han señalado desde el actual grupo de gobierno. Una vez pasadas las elecciones y con la llegada de este equipo de gobierno a la Alcaldía, estos planes fueron relegados. «Nuestra apuesta para la zona está realizada mirando al futuro (reciclaje), ya que creemos que es hora de descartar de una vez por todas los modelos del pasado (hormigonera) que pasan por la construcción infinita y la promoción del ladrillo y el hormigón». Además, el proyecto de planta para el reciclaje de residuos de materiales de obras y derribos cuenta con el respaldo de los informes favorables del secretario y los servicios jurídicos municipales.
Medidas de control
Ante las dudas que se pudiera generar entre los vecinos en cuanto a las posibles afecciones que pudiese ocasionar una actividad de este tipo, el Ayuntamiento subraya que aplicará severas medidas de control con el objetivo de controlar esas posibles afecciones y minimizar las molestias. En el caso de que la actividad no fuese beneficiosa para el municipio podría revertirse la situación recuperándose la parcela al término del contrato de alquiler, ya que una vez vencido el contrato a los 12 años, el Ayuntamiento podrá valorar qué es lo mas conveniente: vaciar la parcela, seguir con la actividad o elaborar unos nuevos pliegos para cambiar la actividad a desarrollar. «Esto supone que, al contrario que lo que iba a suceder con el planeamiento de la pasada legislatura, la parcela no quedaría hipotecada por la venta del terreno que se iba a realizar para ubicar una hormigonera, sino que mediante el alquiler de la parcela se podrá evaluar el impacto que supone la actividad que allí se desarrolle y actuar al respecto», indican desde el gobierno de Bildu.
Consideran que, además del paso adelante que supone esta operación en el plano medioambiental, «también será positiva laboralmente, por los puestos de trabajo que se crearán, y económicamente». Desde la institución local consideran que para conocer el impacto económico que supone esta operación es necesario hacer un repaso de la actividad de Astigarraga Lantzen estos últimos años.
Afirman que en anteriores legislaturas Astigarraga Lantzen ha sufrido pérdidas millonarias, «consecuencia del modelo impulsado por los gobiernos municipales de H1! y PNV».
«Se revirtió la situación de continuos balances negativos con el cambio de gobierno municipal. Entre las medidas más importantes que tomó el nuevo gobierno municipal está la de prescindir de los servicios del hasta entonces gerente de Astigarraga Lantzen, Natxo Izeta. De este modo se pasó a realizarse la gestión de la empresa con los medios técnicos y humanos del Ayuntamiento, ahorrando el sueldo de 47.148,50 euros de la gerencia».
Por otro lado, y ante las pérdidas, las deudas y las facturas pendientes acumuladas a lo largo de los años, se decidió el rescate de la empresa, y se le concedió un préstamo a costa del dinero de todos los astigartarras de 579.686,19 euros. «Sin ese rescate la empresa hubiese quebrado, con la consiguiente pérdida del dinero y el patrimonio aportado por el Ayuntamiento, y en consecuencia por todos los astigartarras, a esta empresa pública».
Hoy en día Astigarraga Lantzen tiene una deuda de 579.686,19 euros con el Ayuntamiento, y con estos nuevos pliegos aprobados el pasado viernes para alquilar una parcela de Zarkumendegi e instalar una planta para el reciclaje de materiales de obra y derribos, «se conseguirá reducir dicha deuda de manera importante». El objetivo del equipo de gobierno es recuperar el montante total de la deuda y cerrar la empresa definitivamente, «para terminar de una vez por todas».
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