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Propietarios de vehículos dañados haciendo cola en uno de los talleres en Zumaia. Morquecho
Granizada en Zumaia

Cientos de coches con abolladuras y lunas rotas a la espera de la declaración de zona catastrófica

El Ayuntamiento de Zumaia inicia los trámites para solicitar la declaración de zona catastrófica tras la tormenta de ayer, mientras decenas de conductores se acercan a talleres y aseguradoras para reparar sus vehículos

Martes, 20 de junio 2023

El día después de la importante granizada que impactó en Zumaia sobre las 9.25 del martes está siendo intenso. Los talleres no dan abasto de la cantidad de lunas que tienen que cambiar o las abolladuras a subsanar. Centenares de vehículos se vieron afectados por la tormenta y las colas desde primera hora de la tarde de ayer eran importantes tanto en talleres como en los seguros. Las gestiones están siendo intensas y ahora muchos esperan si el consistorio concretará en breve los trámites para que pedir la declaración de zona catastrófica lo que en muchos casos, si después es admitida por el Gobierno central, supondrá un alivio para los bolsillos.

«No he visto nunca granizos de este tamaño en Zumaia», confesaba en Radio Euskadi el alcalde de la localidad, Iñaki Ostolaza, quien ha reconocido que el Ayuntamiento se encuentra acelerando los trámites para solicitar esa declaración de zona catastrófica. El hecho de que el Estado pueda declarar una zona como catastrófica significa que sería el Estado quien se encargaría de la reparación de desperfectos materiales. «Es importante tener en cuenta que estas acciones no serían consideradas como una indemnización, sino que se trata de ayudas que contribuyen a paliar los daños causados», explican desde Legalitas.

Toca hacer balance y esperar, por tanto, después del tormentón de este martes, que barrió el territorio de oeste a este a primera hora de la mañana y se cebó con Eibar y, sobre todo, con Zumaia. Una fuerte granizada sorprendió a los vecinos de la localidad costera sobre las 9.25 horas de la mañana. Apenas duró cinco minutos, pero el gran tamaño de los pedruscos generó desperfectos en la carrocería y las lunas de los coches estacionados en la vía pública.

A algunos zumaiarras la tormenta les cogió de imprevisto en la calle, como a Mari Carmen Urbieta, que volvía de llevar a su nieta al colegio. «Nos ha pillado a varias personas justo cuando pasábamos por el fielato. Ha caído tan fuerte que me ha dejado moratones en los brazos, me he tenido que meter en los baños del edificio de enfrente hasta que ha parado», relataba mostrando las marcas que las piedras de hielo habían dejado en su piel. Tres personas, con chichones o heridas abiertas por el impacto del granizo, tuvieron que ser atendidas en el centro de salud de la localidad.

El brazo de Mari Carmen, con los moratones de la granizada. S. U.

«Cuando ha llegado a casa, además, ha encontrado daños en la mesa del patio, y los coches aparcados en su barrio también tenían abolladuras y rajas en los cristales, y otros incluso las lunas rotas. «A nosotros nos ha cogido viniendo de Getaria, hemos tenido que parar de lo fuerte que pegaba al coche, se nos estaba rajando el cristal», añadía una vecina.

Ni los coches de la policía municipal se libraron del azote del granizo. «Ha comenzado a caer con mucha fuerza y se nos ha agrietado el cristal del coche. Primero ha sido una grieta grande y después otra más pequeña. Ha habido destrozos por todo el municipio, cuando ha empezado a llover con más fuerza caía el agua por los agujeros en los canalones», explicaba un agente.

Debido a los desperfectos, decenas de vecinos y vecinas han hecho colas en las aseguradoras y en carrocerías. «Yo me he encontrado con el coche muy abollado», decía Edurne García, que venía desde Arroa. Con la misma situación se topó Nekane Casquero. «Tengo el capó con bollos, al menos el cristal está bien», decía aliviada.

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Jon Garaizabal y Peio Gutiérrez se encontraron en la aseguradora del municipio. «Yo me he librado de chiripa del granizo, he ido con unos compañeros a andar en bicicleta a Zarautz y hemos terminado mojados hasta arriba. Cuando nos hemos secado un poco, hemos optado por hacer la vuelta a casa en bici, ya que no ha vuelto a llover. Pero al llegar a casa he visto las roturas en los canalones, luceros, el coche… ahora toca dar parte al seguro», explicaba Garaizabal. Gutiérrez, por su parte, estaba trabajando barriendo las calles cuando le pilló el granizo. «Han sido unos minutos muy intensos, eran granizos enormes y algunos sin forma».

Tormentas en Bajo Deba

Las tormentas han vuelto a cebarse con la comarca de Bajo Deba, especialmente con Eibar y Elgoibar, donde algunos vecinos aún no se habían recuperado del aguacero que inundó las calles el pasado domingo. En la localidad armera la lluvia ha provocado inundaciones en algunos domicilios y negocios en la calle Legarre, cuyos vecinos se afanaban en achicar agua. «Ha llovido apenas unos minutos y la casa se me ha inundado», señalaba una vecina. La tromba caída unos minutos y la incapacidad del alcantarillado para absorber el agua bastaron para que su portal y vivienda se inundaran.

La luna rajada del coche de la policía muncipal de Zumaia. S. U.

No es la primera vez que se producen inundaciones en los portales del barrio de Legarre. Los vecinos afirman que «la calle se había diseñado con serias deficiencias como la colocación de dos alcantarillas encima de la acera y sobre el antiguo canalón de agua. Nos entra agua siempre», aseguran.

En Elgoibar, el granizo ha provocado cascadas de agua en las empresas Géminis y Danobat, y los pedruscos han echado al traste el trabajo de los baserritarras en los últimos meses, destrozando huertas y frutales. Iñigo Elorza y su madre, Kontxi Ariznabarreta, no ocultaban su resignación mientras mostraban los daños producidos por el granizo en su huerta del caserío Lapramendi, ubicado en el barrio Azkue de Elgoibar. «Hace unos días teníamos la huerta preciosa, con unas alubias, unos puerros y unos tomates espectaculares, pero después de estas tormentas ha quedado arrasado, como si estuviéramos en una guerra y nos hubieran bombardeado la huerta».

Iñigo confía al menos en poder recuperar «aunque sea las patatas, que al estar bajo tierra saldrán». Tampoco descarta que el maíz levante, «a ver si despierta», señala esperanzado este elgoibartarra, que a pesar de haber visto cómo las tormentas echaban al traste «incontables horas de trabajo», todavía seguía con ánimo para sembrar algunos pimientos choriceros y unos puerros.

Los vehículos dañados en fila frente al taller. Morquecho

Y eso que el granizo, además de la huerta, también ha causado daños en el invernadero de su caserío y en los árboles frutales. «Los higos aguantaron el granizo del domingo pero con la que ha caído este martes no queda ninguno».

Por la tarde también han caído bolas de granizo en puntos de Bortziriak. En Ventas de Igantzi-Berrizaun, el granizo rompió lunas, agujereó canalones y llegó a romper las claraboyas de algunos tejados, anegando algunos bajos de viviendas, tal y como informa Alicia del Castillo.

Aprobadas las ayudas por las inundaciones en Euskadi y Navarra

El Gobierno español ha aprobado ayudas para los afectados por 80 emergencias -por incendios forestales, nevadas, tormentas, inundaciones...- registradas entre el 20 de agosto de 2022 y el pasado 8 de junio en 13 comunidades autónomas. Entre ellas se encuentran Euskadi y Navarra, por lo que, por ejemplo, los afectados por la inundaciones registradas el mes pasado en Ereñozu, Hernani, Urnieta o Bera podrán solicitar estas indemnizaciones. Para ello, deberán reclamar a la Dirección General de Protección Civil del Ministerio del Interior las ayudas previstas en la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil, que pueden ser, entre otras: por fallecimiento o por incapacidad absoluta y permanente (18.000 euros); por destrucción total de la vivienda habitual (hasta 25.120 euros); por destrucción o daños en enseres de primera necesidad (hasta 2.580 euros); por otros daños en la vivienda habitual (50%, con un máximo de 5.160 euros); o daños en elementos comunes en edificios (50% y máximo de 9.224 euros). Además de al País Vasco y a Navarra, las 80 catástrofes naturales de distinta naturaleza contempladas en estas ayudas interesan también a Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Baleares, Región de Murcia y la ciudad autónoma de Ceuta.

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