La cantera de las orquestas vascas

Quienes forman parte de la Euskadiko Ikasleen Orquestra-Orquesta del Alumnado de Euskadi (EIO) tienen que demostrar su valía todos los años en competencia con otros alumnos de enseñanzas elementales y profesionales de música. Se lo tienen que ganar curso a curso. Este año lo han conseguido ochenta chavales de 14 a 18 años, y otros 106 de la formación Gazte (de 10 a 14 años). La selección se hace entre el alumnado de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava y Navarra. Quienes logran formar parte de esta orquesta saben que les va a costar un esfuerzo, pero lo dan por bien empleado porque supone un importante impulso si pretenden iniciar una carrera profesional en el ámbito de la música. En cierto modo la EIO funciona como una cantera vasca de orquestas, y más concretamente de las sinfónicas de Euskadi y Bilbao.

Con esta finalidad formativa y con la pretensión de motivar al alumnado, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco propuso hace diez años a los tres conservatorios de su titularidad -el 'Francisco Escudero' de San Sebastián, el 'Jesús Guridi' de Vitoria y el 'Juan Crisóstomo de Arriaga' de Bilbao- la creación de una orquesta sinfónica juvenil. Más adelante se sumaron al proyecto otros conservatorios y escuelas de música, y transcurridos diez años la EIO «se ha consolidado como un referente para muchos de los estudiantes de música de Euskadi», según precisa Iñaki Lagos, coordinador del proyecto y profesor de violín en el conservatorio de Vitoria. En origen, la idea de una sinfónica de alumnos surgió de la necesidad de transmitir un aliciente a los jóvenes de entre 14 y 18 años que compaginaban sus estudios musicales con los generales de Secundario y Bachillerato. Además, según apunta Lagos, «el proyecto permitía abordar una actividad sinfónica que en solitario no se podían permitir los conservatorios».

Tres conciertos anuales

El público visualiza el proyecto EIO en los tres conciertos anuales que ofrece la formación de 'mayores' y en otros tantos que interpreta la formación Gazte. Los primeros actuaron los días 5, 11 y 12 de este mes en las tres capitales vascas y los más pequeños mostrarán sus actitudes los días 25, 26 y 27 de junio. Los conciertos culminan una formación que comienza en el propio conservatorio o escuela, que sigue con la prueba de competencia que los alumnos han de realizar obligatoriamente cada curso y continúa con la convivencia en un albergue junto a otros chavales de su edad durante los ensayos a las órdenes del director artístico, el irunés Iker Sánchez.

La prueba anual de acceso supone un acercamiento a la competencia que implica la profesionalidad, en opinión de Francisco María Escudero, director del conservatorio donostiarra que lleva el nombre de su padre (el maestro Escudero). La concentración y los conciertos «les aporta una experiencia única, tanto por la convivencia con chicos y chicas de su edad como por la impresión que les causa formar parte de una orquesta de ochenta o cien miembros», añade Jon Lizaso, subdirector del conservatorio donostiarra. Y, según agrega Escudero, «aprenden a concertar, a ser capaces de dialogar con los demás para interpretar una partitura». Es toda una experiencia, como subraya Iñaki Lagos, hasta el punto de que «hay un antes y un después de cada concentración para los alumnos». Según su percepción, «los chavales se van con la sensación de que formar parte de una orquesta es algo posible y real».

De la implicación de los alumnos en el proyecto es testigo directo el director Iker Sánchez. «Para ellos es un sacrificio que dediquen sus vacaciones a preparar con intensidad un programa que en ocasiones, como ha sido el caso de este año, presenta ciertas dificultades, pero lo hacen encantados y con tanto entusiasmo que a veces los propios monitores los tienen que frenar». Este año han tenido que interpretar la 'Quinta Sinfonía' de Tchaikovsky y una obra de Ralph Vaughan, un programa «intenso» con solo cinco días de preparación.

Esta es una de las complicaciones del proyecto, según Sánchez, que apunta la necesidad de aumentar en dos o tres días el tiempo de ensayos y de organizar otro concierto al año, aunque lo ve «utópico» en las circunstancias actuales «y después de que hace tres años nos redujeran el presupuesto en un 60%», señala.

Difícil relación con la EGO

Sánchez ha dirigido la orquesta de jóvenes durante siete años. Actualmente se plantea su continuidad, aunque reconoce que este periodo le ha supuesto personalmente «un aprendizaje impresionante porque, a pesar de la intensidad del trabajo y algunos baches, es un proyecto que me carga las pilas y lo espero con mucha ilusión». Respecto a los «baches», Sánchez alude a la relación con la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO). «No existe ninguna vinculación con ellos, a pesar de que debería de ser el siguiente peldaño para los chavales, pero en los años que llevo trabajando en la EIO todos los intentos que hemos llevado a cabo para establecer algún vínculo han resultado infructuosos y es curioso que una y otra orquesta dependen de la misma estructura». Sánchez se refiere a que su agrupación musical está abscrita a la Consejería de Educación y la EGO, a la de Cultura, dos departamentos que actualmente están unidos bajo la dirección de Cristina Uriarte.

Surge la txiki

Aunque el proyecto EIO cumple una década, no habrá ahora una especial celebración. Cada dos años se programa una gira y este curso no toca. Pero durante su trayectoria ha tenido oportunidad de actuar en escenarios de Colombia, Venezuela, Francia y Bélgica. Además ha ofrecido conciertos en Zaragoza, Madrid y Barcelona y, dentro de Euskadi, en el Kursaal, Victoria Eugenia y Euskalduna, entre otros. «De cara al próximo año intentaremos organizar una gira, algo potente fuera de Euskadi y, si es posible, una concentración con los chavales de la joven orquesta de Cataluña», afirma Iñaki Lagos.

Sin embargo el gran proyecto de la EIO para el próximo año es la creación de una orquesta Txiki, en la que entrarían alumnos de conservatorios profesionales y escuelas de música de Euskadi entre los 10 y 14 años. «Ya estamos trabajando en esta opción y seguro que lo conseguiremos», subraya el coordinador del proyecto. Será una nueva fase de la cantera.